Focus Cuba, una empresa estadounidense de consultoría y viajes a la Isla, realizará una conferencia la próxima semana en La Habana con la que busca abrir el camino a inversionistas de ese país que quieran establecer negocios en la Isla. Para eso, han obtenido el apoyo de la Cámara de Comercio de Cuba y de autoridades de los Ministerios de Economía y Relaciones Exteriores que intervendrán en el evento.
Según la promoción del evento que hace Focus Cuba en su página web oficial, "a pesar de las restricciones estadounidenses, es posible exportar, importar e incluso invertir" en la Isla.
"Nuestra conferencia mostrará lo que es posible y pondrá especial énfasis en las nuevas oportunidades de hacer negocios directamente con la empresa privada cubana", añade.
Anuncia las intervenciones de representantes "de una amplia variedad de empresas cubanas, tanto estatales como privadas".
Para mostrar cómo los inversionistas estadounidenses pueden hacer negocios en Cuba, pese al embargo, los organizadores del evento han incluido a abogados estadounidenses que se especializan en las leyes del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La agenda incluye "visitas de campo para encuentros con empresarios cubanos en sus lugares de trabajo", "cenas en restaurantes privados" y la presentación de "otros aspectos de la economía del turismo".
La consultora de negocios Focus Cuba es operada por Philip Peters, presidente del Cuba Research Center, quien desde hace años ha establecido contactos en Cuba con el Gobierno y sectores como cultura, académico, religioso y diplomático; y por Paul Johnson, presidente de la Coalición Agrícola de Estados Unidos para Cuba, quien en 2008 fundó Chicago Foods International y exportó productos alimenticios a la Isla.
Focus Cuba apareció entre los patrocinadores de la celebración del 4 de julio auspiciada por la Embajada de Estados Unidos en La Habana.
La precariedad del sistema cubano, basado en una economía centralizada, la excesiva burocracia, la dualidad monetaria, la verticalidad en la toma de decisiones, los frenos al sector privado y la obligatoriedad impuesta a las empresas extranjeras de contratar fuerza de trabajo local a través de una agencia empleadora perteneciente al Gobierno y no de forma directa, han sido lastres a las oportunidades de inversión en Cuba.
La pandemia golpeó a la economía de todo el planeta incluida la cubana, pero ya antes del Covid-19 las inversiones extranjeras en Cuba eran casi inexistentes. Hoy, por ejemplo, el empresariado de España, uno de los de mayor presencia en la Isla, ha reaccionado con cautela a los anuncios de las autoridades cubanas de que aceptarán la creación de entidades de capital extranjero en el comercio mayorista y minorista en la Isla.
Sigan arando la arena, pronto tendrán de cosechas perdidas y el gobierno americano indagando que carajo hacían y si pagaron impuestos.