Dirigentes de los bancos centrales de Cuba y Venezuela abogaron en San Petersburgo por acelerar las gestiones para el uso de las tarjetas bancarias rusas MIR en sus países, después de que las estadounidenses Visa y MasterCard suspendieran sus operaciones en Rusia e impidieran así a los turistas del país euroasiático pagar con sus tarjetas en el exterior.
"Estamos trabajando ahora para la aceptación de las tarjetas MIR en nuestro país", dijo Alberto Quiñones, director general de Sistemas, Tecnologías y Desarrollo del Banco Central de Cuba durante el Foro Económico de San Petersburgo.
Quiñones, quien asistió al encuentro denominado "Nuevas formas de cooperación internacional. Cómo será el pago" confió en que en las próximas semanas se den los pasos necesarios para que el sistema de pago MIR comience a funcionar en Cuba antes de finales de año, reportó EFE.
En la actualidad, las tarjetas MIR son aceptadas como medio de pago solamente en Turquía, Vietnam y seis antiguas repúblicas soviéticas.
También Calixto José Ortega Sánchez, presidente del Banco Central de Venezuela, se pronunció a favor de la aceptación del sistema de pago ruso en el país latinoamericano, junto con los sistemas de otros países, como Turquía.
"Ya no lo podemos retrasar más", aseguró Ortega, quien agregó que de lo contrario sale ganando "el monopolio" occidental, lo que puede ser utilizado como un "arma" llegado el momento.
Estos comentarios se dan en el contexto del Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF, por sus siglas en inglés), que tiene lugar desde el miércoles en esa ciudad del país euroasiático con la asistencia de gobiernos que, según el Kremlin, "que no se han sumado a las sanciones antirrusas".
Durante estas jornadas, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, se reunirá con el primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez y el representante especial de Nicaragua para Rusia, los tres regímenes más cercanos a Moscú en América Latina, y que han justificado la invasión de Ucrania.
Durante el Foro, que durará hasta el sábado, hay una conferencia dedicada a las relaciones entre Rusia y América Latina.
Las tarjetas rusas MIR, que permitirían a los turistas de ese país usarlas como medio de pago electrónico cuando vuelvan a viajar a la Isla, existen desde 2015 e incluyen tarjetas de débito y de crédito que son aceptadas en Rusia por empresas como Aeroflot o Ferrocarriles Rusos. Son operadas por el Sistema Nacional Ruso de Pagos con Tarjetas, una filial del Banco Central de Rusia.
El sistema fue ideado en 2016 como una manera de evitar potenciales bloqueos de pagos electrónicos, después que a varios bancos rusos se le negaron servicios las empresas estadounidenses Visa y MasterCard.
En abril, la vicepresidenta primera del Banco Central de Rusia, Olga Skorobogatova, aseguró que Moscú trabaja en el lanzamiento en Cuba de ese medio de pago.
"Hay varios países que quisieran cooperar con nosotros. Por ejemplo, Cuba es uno de los últimos proyectos en los que estamos trabajando actualmente. Es decir, nuestros ciudadanos podrán usar la tarjeta MIR en Cuba", dijo Skorobogatova en una reunión de trabajo de la Duma Estatal (Cámara Baja del Parlamento).
Asimismo, la funcionaria agregó que Moscú avanza en las negociaciones con otros dos países para introducir esas tarjetas, algo que urge al Kremlin, aunque no dijo cuáles.
El consejero de Turismo de la Embajada de Cuba en Rusia, Juan Carlos Escalona, dijo a Prensa Latina en esa ocasión que el uso de estas tarjetas en la Isla constituye un importante paso encaminado a la reapertura del turismo con ese país.
La Isla es dependiente del turismo internacional y especialmente del proveniente de Rusia, con un crecimiento del 200% desde 2019, de acuerdo con la estatal ONEI. Ese país pasó a ser en 2020 el principal mercado emisor de turistas a Cuba, en sustitución de Canadá, cuyas cifras de veraneantes se derrumbaron tras el inicio de la pandemia del Covid-19.
La invasión de Ucrania y el consiguiente cierre de los cielos de Europa y Norteamérica a los vuelos de Rusia paralizó ese trasiego. A pesar de ello, La Habana aspira a recuperar el mercado ruso lo más pronto posible.