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Impuestos

Habrá duras sanciones para todos los cuentapropistas que incumplieron con el Fisco

'Vamos a llegar hasta el último incumplidor', anunció la directora jurídica de la Oficina Nacional de Administración Tributaria.

La Habana
Venta de zapatos por un cuentapropista.
Venta de zapatos por un cuentapropista. Granma

El pasado 30 de abril concluyó en Cuba la campaña de declaración jurada de ingresos personales para las personas naturales. En este caso se trató de los ingresos obtenidos por los trabajadores por cuenta propia durante el pasado año 2021.

Los resultados que se han reportado no son satisfactorios para las autoridades tributarias. Solo el 70% de los contribuyentes que debían presentar las declaraciones juradas lo hicieron en tiempo y forma. En verdad un retroceso con respecto a la campaña del año anterior, cuando el porcentaje de presentación de ese documento fue del 93%.

Según declaraciones de funcionarios de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), debido al incumplimiento antes mencionado, sobre todo considerando que muchos contribuyentes debían acompañar sus declaraciones juradas con un pago adicional de sus impuestos, se han visto afectados muchos presupuestos municipales. Afectaciones que, siempre de acuerdo con el discurso oficial, podrían impedir la reparación de acueductos y policlínicos, la construcción de viviendas y la pavimentación de varias calles.

La directora jurídica de la ONAT ha declarado que tales incumplidores serán sancionados con multas —que pueden ser de alrededor de 2000 pesos—, cierre de establecimientos o el retiro de las licencias para ejercer el trabajo por cuenta propia. Y dijo más: "Cuando ya esas acciones sean ocultar información, llevar doble contabilidad, o no cumplir con registrar los ingresos y gastos, dejan de ser una simple infracción, y la Oficina pone esas conductas a disposición de las autoridades judiciales del país". Autoridades judiciales que pueden solicitar penas de prisión de hasta ocho años.

Los incumplimientos con el Fisco no solo se circunscriben a la no declaración de los ingresos obtenidos en el 2021. También ha trascendido que un total de 72.543 contribuyentes no han realizado el pago de sus impuestos correspondientes a los meses de enero, febrero y marzo del actual 2022.

Ante tales situaciones, y después de afirmar que la ONAT se esforzará por recaudar todos esos impuestos dejados de pagar, la citada funcionaria jalonó sus declaraciones con una frase amenazante: "Vamos a llegar hasta el último incumplidor".

Como parte de las acciones de fiscalización llevadas a cabo por la ONAT, se han detectado 361 cuentapropistas que estaban ejecutando actividades no reconocidas por las autoridades. Se trata de una "ilegalidad" —así se califica por las autoridades— no bien definida como tal, máxime si consideramos que ya no habrá listas de actividades permitidas, sino proyectos de trabajo presentados por los propios cuentapropistas.

Conviene puntualizar que esta campaña de declaración jurada que ahora concluye transcurrió en medio de medidas más rígidas con vistas a un mayor control gubernamental sobre los trabajadores por cuenta propia.

Todos los contribuyentes que tributan por el régimen general están en la obligación de presentar las declaraciones juradas de ingresos personales. De igual manera, todos han debido habilitar cuentas bancarias fiscales para maniobrar con sus ingresos. Una medida que refuerza el control bancario sobre la labor de estos actores no estatales.

Por otra parte, deben poseer justificación mediante vales o facturas del 80% de los gastos asociados a su actividad si aspiran a que la ONAT les reconozca el total de sus gastos en los modelos de la declaración jurada. Algo bien difícil de lograr en condiciones como la que atraviesa actualmente la economía cubana, donde buena parte de lo que se adquiere —incluidos también los insumos de los cuentapropistas— hay que comprarlos en la bolsa negra, que por supuesto no emite vales ni facturas.   

Tampoco podemos ver esta especie de apretadera del cinturón a los trabajadores por cuenta propia al margen del déficit fiscal que estima el presupuesto estatal para este año 2022, ascendente a unos 76.000 millones de pesos.

La orden es aumentar los ingresos presupuestarios para atenuar el déficit, y una parte nada despreciable de esos ingresos serán los impuestos que paguen, contra viento y marea, los cuentapropistas.

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1 comentario

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Y GAESA cuando aportará al " fisco"? ... parece que solo se dedica a exilar quienes pierden inmuebles en la Habana Vieja hacia la periferia de la capital,sea por derrumbes o intimidación.