La represión contra los presos políticos cubanos es una constante en las cárceles de la Isla, donde son sometidos a tratos vejatorios, exacerbados por las pésimas condiciones de los establecimientos penitenciarios. En tal sentido, luego de 20 días sin comunicación, la familia del prisionero del 11J Jorge Martín Perdomo recibió esta semana una carta en la que este confirmó que ha sufrido represalias por denunciar las precarias condiciones y abusos en el campamento de trabajo forzado Ho Chi Minh, informó el grupo de asesoría legal Cubalex en su perfil de Facebook.
"Estoy vivo y respirando (...) tuve una discusión con el jefe y faltó poco para que me echara spray en los ojos. Todo porque denuncié el caos que hay aquí. Me mantuve bien firme y sin bajarle la cabeza, y él no tolera eso", escribió Perdomo, quien fue condenado a ocho años de privación de libertad bajo cargos de desorden público, atentado, doble desacato y propagación de epidemias.
"La incomunicación forzada es una táctica sistemática del régimen cubano para aislar a los presos políticos, silenciar sus denuncias desde prisión y debilitar tanto su resistencia como la de sus familias", subrayó Cubalex y destacó que el agravamiento de la vulnerabilidad de Perdomo en el centro penitenciario se produjo luego de que este denunciara ante un grupo de fiscales las inhumanas condiciones de vida en el lugar, lo que desencadenó una discusión pública con el jefe del campamento.
"Privarlos del derecho a la comunicación no solo genera incertidumbre y angustia, sino que también impide que se conozca el trato que reciben dentro de prisión, lo que los expone a mayores abusos, maltratos y torturas sin posibilidad de denuncia", agregó. En relación a dicho trato, la madre de Perdomo denunció recientemente: "Estas personas están llevando a que la tortura sea continua. Los presos no tienen sol y no tienen agua hace tres meses porque la turbina se rompió. Tienen que hacer sus necesidades en jabas".
Como otra muestra del permanente estado represivo en las prisiones de la Isla, Cubalex alertó que el preso político Ángel Castro Carrera, delegado del Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR), enfrenta amenazas y represalias por denunciar las violaciones de derechos humanos dentro de prisión.
"Ángel Castro Carrera estaba recluido en el campamento Zona O del Combinado del Este, bajo un régimen de mínima severidad. El 6 de marzo, recibió un pase de tres días, pero al regresar el 10 de marzo, las autoridades lo revocaron y trasladaron a la prisión de máxima seguridad del Combinado", detallaron los juristas y alertaron que la justificación esgrimida por las autoridades para esta medida arbitraria fue que Castro Carrera había realizado publicaciones y denuncias sobre las condiciones en la cárcel.
Castro Carrera, encarcelado desde 2021, cumple una sanción de seis años de prisión por el delito de "sabotaje", un cargo utilizado con frecuencia por el régimen para criminalizar la oposición política. Su caso, al igual que el de Perdomo, demuestra que "silenciar y castigar a los presos políticos que denuncian torturas, abusos y negligencia médica en las cárceles cubanas es un patrón sistemático de represión", recalcó Cubalex.
En este contexto, además, el jefe de Misión de la Embajada de EEUU en Cuba, Mike Hammer, pidió la liberación de las prisioneras políticas María Cristina Garrido y Lizandra Góngora. El diplomático hizo la petición después de reunirse con miembros del Partido Republicano de Cuba, como parte de una serie de encuentros que ha sostenido en los últimos meses con activistas de derechos humanos y opositores al régimen en varias provincias del país.
