En lo poco que ha transcurrido del mes de febrero han muerto en la cárcel de Las Mangas, en la provincia de Granma, dos reclusos, dijo a Martí Noticias el preso político Fernando Michael Bárzaga Mompié, quien atribuyó los decesos a la falta de cuidados médicos y la indolencia de los mandos penales.
"El pasado día 1º de febrero falleció en el hospital de aquí de la prisión el recluso Johny Castañeda Fonseca. Después de ser remitido por el médico del penal para ser trasladado a un hospital en la ciudad de Bayamo, muere, penosamente, en espera de la reacción de los oficiales de guardia que, al parecer no les importó nada, como suele suceder", dijo Bárzaga, quien cumple allí mismo una condena de cinco años de privación de libertad.
"Tres días más tarde, el 4 de este mismo mes, falleció Danny La O Alarcón, de 38 años, quien amaneció ahorcado en el baño de su celda. La población penal comenta que motivos de salud llevaron al recluso a tal acto. El alto mando de la prisión nunca ha comunicado las razones de estos fallecimientos", precisó en la grabación enviada al medio estadounidense.
Martí Noticias contactó por teléfono a militares de Las Mangas para obtener su reacción sobre las presuntas negligencias del sistema penitenciario, pero no obtuvo respuesta.
Bárzaga Mompié fue sentenciado a cinco años de privación de libertad por los delitos de desacato y atentado, tras haber participado en las protestas del 11 de julio de 2021 en Manzanillo, provincia Granma.
"Mientras el presidente dictador cubano Miguel Díaz-Canel manipula y desacredita las pocas verdades que nosotros los presos políticos logramos sacar a la luz, siguen muriendo personas, cruelmente, sin opciones", alertó.
"Ya basta de tratar de convencer a la opinión pública de quien dice la verdad o no. Es venir aquí y verlo personalmente", instó Bárzaga Mompié en referencia a la práctica del régimen cubano de negar que en sus prisiones se cometan violaciones de derechos humanos.
Hace unos días, el grupo de asesoría legal Cubalex, denunció la muerte del prisionero cubano Yankiel Justiz Despaigne, de 36 años, en su celda de la prisión de Melena del Sur, producto de una tuberculosis ante la cual no recibió atención médica.
"La negligencia y desatención médica en las cárceles del país son prácticas sistemáticas que resultan en muertes evitables. Estas incluyen la minimización de síntomas reportados por los detenidos, retrasos o negativas en la administración de tratamientos médicos y respuestas inadecuadas a emergencias médicas", sostuvo el grupo de juristas.
"Además, las condiciones inhumanas de detención agravan aún más la salud de las personas privadas de libertad: hacinamiento, insalubridad, desnutrición y escasez de agua potable. La falta de higiene, ventilación adecuada y alimentación suficiente no solo deterioran la salud, sino que también facilitan la propagación de enfermedades", agregó.
Cubalex subrayó que es evidente la "crisis estructural en el sistema penitenciario cubano, donde la negligencia médica y las condiciones precarias representan una amenaza constante para la vida de las personas bajo custodia estatal".
Sobre las terribles condiciones de las cárceles cubanas y el muy deficiente acceso a la atención médica, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos dijo en diciembre: "Es un exterminio. El régimen cubano está destruyendo la vida de los prisioneros políticos y de conciencia. Además de las injustas condenas, en las cárceles les someten a condiciones inhumanas, especialmente de salud y alimentación".
En su informe mensual correspondiente a noviembre de 2024, el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas (CDPC) denunció que la muerte de reclusos sigue siendo el tema más urgente y preocupante, de entre todos los problemas, carencias y violaciones de derechos humanos que existen en las prisiones cubanas.
Dos de las siete muertes reportadas durante ese mes, la del preso político Manuel de Jesús Guillén Esplugas (en el Combinado del Este, La Habana), y la de Raúl Clejer Steris (Bungo 11, Santiago de Cuba) estuvieron acompañadas de denuncias de violencia, precisó el reporte.
De acuerdo con el informe, los otros cinco fallecidos, un recluso de nombre Maikel de la prisión Cuba Sí y cuatro prisioneros de la cárcel de Quivicán (Mayabeque) cuyas identidades se desconocen, "murieron por una conjunción de deficiente atención médica, mala alimentación y pésimas condiciones de las prisiones".
La organización denunció que a lo largo de 2024 murieron al menos 50 reclusos bajo custodia del Estado.