El anuncio de la excarcelación de 553 reclusos que hizo el régimen este martes, luego de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, diera a conocer la decisión de excluir a La Habana de la lista de estados patrocinadores del terrorismo, despertó esperanzas sobre una eventual salida de prisión de figuras visibles y líderes de la oposición como José Daniel Ferrer García y el artista contestario Luis Manuel Otero Alcántara.
Sin embargo, hasta ahora, ninguno de esos dos prisioneros políticos ni sus familiares han sido informado de que vayan a salir próximamente de las cárceles en las que se encuentran. El régimen cubano podría tener intenciones de usar a ambos presos políticos en futuras negociaciones, dado que el actual inquilino de la Casa Blanca está a punto de abandonarla.
La activista exiliada Ana Belkis Ferrer García, hermana del coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), dio a conocer este miércoles en la cuenta de X que lleva el nombre del prisionero político que la familia no ha sido informada de que vaya a ser excarcelado, en respuesta a muchas personas que han preguntado al respecto.
"Hasta el momento ningún preso político de los que mantenemos comunicación con sus familiares ha sido informado al respecto", escribió Ana Belkis Ferrer García, quien recalcó que "todos los presos políticos" —que, según el régimen, no existen en Cuba— "deben ser liberados y sin ningún tipo de condiciones".
"Ninguno ha cometido delito alguno, ninguno debe permanecer un minuto más entre rejas y mucho menos en las condiciones crueles, inhumanas y degradantes en la que en mayor o menor medida los mantienen", señaló la hermana del también presidente del Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC).
Sobre la situación actual del prisionero político, Ana Belkis Ferrer explicó que, tras volverle a negar durante un mes el derecho a realizar una llamada telefónica de diez minutos semanalmente, las autoridades carcelarias le permitieron llamar nuevamente el pasado 13 de enero —un día antes de los respectivos anuncios por parte del presidente de EEUU y del régimen de Cuba.
La violación de su derecho a hablar por teléfono —uno de los tantos que le han sido vulnerados al opositor durante su encierro— se basaba en que los carceleros pretendían que se limitara a los temas familiares en las conversaciones.
El pasado lunes, las autoridades penitenciaras se comprometieron a respetarle el derecho a realizar llamadas cada semana sin ningún condicionamiento, "lo que, por supuesto, no creemos", acotó la activista exiliada.
José Daniel Ferrer García fue uno de los 75 opositores encarcelados en la Primavera Negra de 2003. En esa oleada represiva fue condenado a 25 años de prisión. Estuvo ocho años preso y fue excarcelado con una licencia extrapenal que permitía al Gobierno devolverlo a una celda en cualquier momento.
Fue arrestado nuevamente el 11 de julio de 2021, cuando pretendía unirse a las protestas antigubernamentales que estallaron en más de 50 ciudades de Cuba y en las que participaron también 22 de los reos que han sido excarcelados, tras el anuncio del régimen.
A mediados de diciembre, el vicepresidente del CTDC, Manuel Cuesta Morúa, presentó un recurso de apelación ante la Sala Especial del Tribunal Supremo Popular, en el que mostró su desacuerdo con la decisión de ese órgano de no tramitar un procedimiento de habeas corpus a favor de José Daniel Ferrer.
"La respuesta de ellos no se atiene a la ley, tergiversa los términos establecidos por el Tribunal Provincial de Santiago de Cuba para devolver en 2021 a José Daniel Ferrer a prisión. Por ello considero que este preso político, que lleva 124 días de encierro ilegal, debe ser liberado ya", explicó entonces Cuesta Morúa a DIARIO DE CUBA.
Un comunicado público emitido CTDC señaló que el documento de respuesta del Tribunal tenía fecha de 5 de diciembre, "cinco días posteriores a las 72 horas que establece la ley 143 para procesos sumarios, y luego de presentado un recurso de no dilación el día anterior al Tribunal Supremo".
Sobre el artista Luis Manuel Otero Alcántara —arrestado también cuando intentaba unirse a las protestas antigubernamentales conocidas como 11J y condenado un año después a cinco años de prisión bajo los cargos de desórdenes públicos, desacato y ultraje a los símbolos patrios— la cuenta de la red social X que lleva su nombre informó este miércoles que ni al activista ni a su familia les ha sido notificado que vaya a salir pronto de prisión.
El líder del Movimiento San Isidro y el líder de la UNPACU son dos de los presos políticos cubanos con más resonancia a nivel internacional. El régimen podría privarlos de la excarcelación en estos momentos con el objetivo de usarlos como moneda de cambio más adelante, teniendo en cuenta la cercana llegada a la Casa Blanca, por segunda vez, del presidente electo de EEUU, Donald Trump.
El régimen cubano sabe que la futura Administración podría devolverlo a la categoría de patrocinador del terrorismo —como ya hizo el magnate republicano en 2021, al final de su mandato—, pero confía en que revertir la medida tomada por Biden "tomará tiempo y trabajo", según declaraciones a la prensa del canciller Bruno Rodríguez Parrilla.
La salida del régimen de la lista negra del terrorismo ha sido vista como una concesión de Biden al régimen a cambio de las excarcelaciones. No obstante, ni el Gobierno de EEUU ni La Habana han reconocido una relación entre estos hechos.
Las autoridades de Cuba atribuyeron la decisión de sacar a varios presos de sus cárceles —con la advertencia de que pueden ser recluidos nuevamente— a una larga negociación con la Iglesia Católica y la mediación del Vaticano y el Papa Francisco.