La opositora cubana Berta Soler, líder de la organización femenina Damas de Blanco, lleva más de 20 horas desaparecida, desde que la Seguridad del Estado la detuvo, este domingo. El arresto ocurrió afuera de la sede de la organización, ubicada en el barrio Lawton, del habanero municipio Diez de Octubre, a las 2:00 PM, explica a DIARIO DE CUBA el opositor y exprisionero político Ángel Moya, esposo de Soler.
"Fue sobre las dos de la tarde de ayer, saliendo de la sede. En poco más de tres horas se cumplirán 24 horas desde que se la llevaron", dice el opositor.
Moya asegura que llamó al número de teléfono que pone la Policía de Cuba a disposición de la población para reportar desapariciones, hacer denuncias y preguntar por el paradero de personas detenidas.
La respuesta que recibió fue que Berta Soler no se encontraba "en los registros de la Policía Nacional Revolucionaria".
Este nuevo arresto de la líder opositora se produjo 14 días después de que fuera detenida y mantenida en paradero desconocido durante tres días. En aquel momento, ante la falta de información oficial sobre el lugar donde se encontraba, sus familiares y las organizaciones defensoras de derechos humanos la dieron por desaparecida.
En septiembre, Soler fue víctima de una acción similar. Tras ser liberada, contó a DIARIO DE CUBA que "los esbirros" no le habían dicho nada, "ni una multa, ni un acta de advertencia".
Ángel Moya atribuye esta escalada en la represión contra su esposa a que la Seguridad del Estado le hizo una proposición en agosto, que ella rechazó.
"A finales de agosto, un oficial de la Seguridad del Estado que se hace llamar Felo le propone a Berta la salida del país y la entrada de nuevo, para viajar a Estados Unidos a ver a la familia, los hijos, los nietos, con la condición de que las Damas de Blanco dejaran el activismo. Berta le respondió que no aceptaba ningún tipo de acuerdo con la Seguridad del Estado", cuenta el opositor.
Ante el rechazo de Berta Soler a su oferta, la Seguridad del Estado la amenazó con enviarla a prisión por tiempo indefinido, si salía de la casa el siguiente domingo. Sería un arresto sin regreso a la casa.
"Berta salió y estuvo (desaparecida) casi 72 horas. Fueron unas 70 horas, aproximadamente. Posteriormente, la liberaron sin amenaza, sin cargo, alguno. Es lo que ha venido sucediendo hasta este fin de semana. La han arrestado durante fines de semana posteriores a la amenaza de la Seguridad del Estado y la han liberado sin cargos", explica Moya.
"Hace dos semanas, la mantuvieron detenida 72 horas, por primera vez. Por primera vez, mantienen detenida a Berta Soler por 72 horas y posteriormente la liberan, sin cargos", recalca.
Berta Soler y Ángel Moya han conversado sobre esta estrategia de la Seguridad del Estado y han llegado a una conclusión sobre el objetivo que persigue.
"¿Qué conclusión hemos sacado Berta y yo? Que la Seguridad del Estado, por un lado pretende desgastarla física y mentalmente, y, por el otro lado, busca que de alguna manera Berta Soler se acerque a ellos y finalmente llegue a un acuerdo para dejar el activismo tanto ella como las Damas de Blanco", dice el opositor, teniendo en cuenta que "la amenaza de llevarla a prisión no pasó de ahí, de la amenaza".
Las detenciones que ha sufrido Berta Soler después de la amenaza han tenido una duración de entre 24 y 72 horas, excepto una que tuvo lugar la semana pasada y duró solo cuatro horas, de acuerdo con Moya.
En mayo, luego de otro de uno de los arrestos sistemáticos que sufría antes de recibir y rechazar la propuesta del oficial Felo de la Seguridad del Estado, Berta Soler dijo a DIARIO DE CUBA: "Hemos sido advertidos de que en cualquier momento nos puede pasar lo mismo que le pasó a Maykel Osorbo, que antes de caer preso, la Seguridad del Estado ordenó a unos hombres que le dieran una paliza en la vía pública mientras agentes filmaban lo que sucedía. En el caso de Luis Manuel Otero Alcántara, en la Unidad de Policía de El Cotorro, antes de caer preso por el 11 de julio, también le introdujeron en la celda dos provocadores para que le dieran golpes".
Llama la atención la ropa con consignas revolucionarias de las dos represoras que llevan detenida a Berta Soler.