El joven Eric Luis Acea Quevedo, de 23 años, quien en marzo de este año rompió los cristales de un auto estatal estacionado frente al Gobierno Provincial de Cienfuegos, recibió a principios de agosto una condena de tres años de trabajo correccional con internamiento, informa un familiar cercano a DIARIO DE CUBA.
"Él se encuentra en el campamento abierto llamado Baldosa, y ahora lo que hace es trabajar en el área de limpieza del Hospital Provincial de Cienfuegos. Al terminar su jornada debe regresar a esa cárcel de mínima severidad. Aparte de la pena, debe pagar más de 200.000 pesos del costo de los cristales rotos, una cifra que me parece excesiva", expresa este familiar.
"En el juicio no tuvieron en cuenta su trastorno de la personalidad, que está avalado por un médico. De hecho, la fiscal no estuvo de acuerdo con la decisión de la jueza de llevarlo a un campamento abierto y pedía que los tres años los pasara encerrado en una prisión sin beneficios", añade este familiar.
El joven cienfueguero se desempeñaba como pintor en una empresa de construcción al momento de los hechos y es aficionado a la música rock. Tanto familiares como conocidos afirmaron que Acea Quevedo perdió todo dominio de sí, y que realizó esa acción como consecuencia del agobio por los constantes apagones y la imposibilidad de conservar los alimentos para su pequeña hija de tres años.
Las muestras de descontento con el régimen han crecido desde las históricas protestas del 11 de julio de 2021 hasta la actualidad. El Observatorio Cubano de Conflictos registró durante el mes de agosto 691 protestas y denuncias públicas y consideró que eso se debe a "la profundización de la crisis multilateral que atraviesan la mayoría de los cubanos".
Ese joven los tiene bien puestos, es un ejemplo a seguir.