El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) registró 691 protestas y denuncias públicas en la Isla durante el mes de agosto, cuando, en opinión de los expertos de la organización, "se profundizó la crisis multilateral que atraviesan la mayoría de los cubanos".
Estos casi 700 actos de protestas representan un incremento de 24,61% con relación a las 521 compiladas en julio, y un 38,64% más que las 424 manifestaciones contestatarias registradas en el mismo mes de 2023. Las acciones contestatarias estuvieron repartidas entre las 15 provincias del país. El mayor número de ellas sucedieron en La Habana, con 154, en Santiago de Cuba, con 61, y Villa Clara, con 35.
Las manifestaciones de descontento relacionadas con Derechos Económicos y Sociales (salud, servicios públicos, inseguridad, alimentación, problemas sociales, vivienda) fueron las más repetidas, con un 78,14% del total, toda vez que son los renglones más sensibles en el día a día de los cubanos y en los que con más claridad se refleja el resquebrajamiento integral de la sociedad.
En agosto, 115 protestas y denuncias estuvieron relacionadas con la situación crítica de la Salud Pública. En tal sentido, los motivos principales registrados por el OCC fueron "la indefensión y abandono de la población ante las epidemias nacionales de oropouche y dengue; la falta de equipos, medicamentos e insumos básicos; la dependencia del mercado negro, las redes sociales y la caridad pública para conseguirlos; la falta de médicos bien preparados, agravada por su exportación, y las consiguientes negligencias médicas: reportes de abandono desde nueve hospitales del país; y peticiones de visas humanitarias para recibir tratamientos que la llamada potencia médica no puede proporcionar".
En cuanto a los servicios públicos, los expertos del OCC incluyeron en esta categoría 111 actos de protesta, relacionados fundamentalmente con el agravamiento de las crisis del agua, la electricidad y la salubridad.
En este octavo mes del año, las protestas relacionadas con la alimentación, la inflación y la agricultura fueron 107, asentadas en la demora y la carestía de los productos distribuidos a través de la libreta de abastecimientos, así como los elevados precios de los alimentos en los mercados estatales y privados de la Isla, además de las crisis con los suministros, fundamentalmente de dos de los productos más demandados, los huevos y el pollo. "El mes volvió a traer imágenes de personas que comen de la basura, y el consumo de carne de gato se ha convertido en solución desesperada para los que tienen suficiente estómago", agregó el OCC.
"La represión en las cárceles y en las calles mantuvo el ritmo, de lo que dieron cuenta 100 protestas y denuncias inherentes a presos políticos y familiares, activistas, opositores y periodistas independientes, pero también a otros miembros de la sociedad civil como emprendedores, religiosos, teatristas, usuarios de las redes sociales, reclutas del servicio militar y hasta un anciano que se atrevió a sembrar maíz en los terrenos de una escuela abandonada", detalló el informe de la organización.
"Aunque la cifra de Desafíos al Estado policial fue relativamente baja en agosto, 51, comprendió loables muestras de coraje entre la alambrada represiva. Algunas de ellas fueron la marcha y cacerolazo exigiendo agua en San Francisco de Paula, en La Habana, así como cientos de comentarios dejados en los grupos de Facebook 'Víctimas de Aguas de La Habana' y 'Aguas de La Habana con el cuento de la Buena Pipa'", subrayó el OCC.
En el mes recién concluido, además, "el párroco cubano Kenny Fernández convocó a una jornada de oración familiar en los parques de todas las ciudades, por Cuba y Venezuela 'sin carteles, sin consignas, sin otro líder que Jesucristo y, sobre todo, sin miedo'", y fue por ello citado y amenazado por la Seguridad del Estado.
