Comienza el juicio contra Alina Bárbara López en medio del hostigamiento a los cubanos que la apoyan

"Yo acuso: Ante la opinión pública cubana e internacional a los órganos de Seguridad del Estado, específicamente al general de Brigada del Ministerio del Interior Alejandro Castro Espín, Director de Inteligencia y Contrainteligencia de los Servicios de Seguridad del Estado y Secretario de Defensa y Seguridad Nacional de la República de Cuba, como máximos responsables de los atropellos e ilegalidades que se cometen diariamente en mi país contra una ciudadanía indefensa a la que impiden el ejercicio de sus derechos", así comienza un post de la académica cubana Alina Bárbara López, publicado en su perfil de Facebook horas antes de ser sometida a juicio por un presunto delito de desobediencia.

La profesora, residente en Matanzas, explicó que durante todo el lunes la policía política realizó "una redada contra numerosas personas a las que han citado a estaciones de la Policía, amenazado y colocado agentes fuera de sus viviendas con el fin de que no puedan salir de ellas". 

"Este atropello ha sido contra ciudadanos decentes que no han violado ley alguna. Han llegado al punto de incautar carnets de identidad y chantajearlos con que, si salen sin ellos, los detendrán por estar indocumentados. Dejar a ciudadanos indocumentados es un delito que puede ser denunciado en la Fiscalía", agregó. 

López detalló que entre las personas amenazadas "hay hombres y mujeres, jóvenes y menos jóvenes, universitarios y trabajadores, blancos y negros; católicos, masones, un ortodoxo y otros sin creencias religiosas; heterosexuales y representantes de la comunidad LGBTI; personas de ideas socialistas y de otras preferencias políticas, en fin... un microcosmos representativo de la ciudadanía cubana".

La mayoría de los hostigados por la Seguridad del Estado ha preferido no hacerlo público, pero el joven Raymar Aguado Hernández apostó por la denuncia. En sus redes sociales escribió este lunes que el sábado pasado en la tarde se presentó en su casa un oficial de la Policía, que se identificó como Ernesto Viera, jefe de sector de su barrio, Cayo Hueso, Centro Habana. 

Aguado explicó que el documento lo obligaba a presentarse en la estación de Policía de Centro Habana, ubicada en la Calle Zanja esquina Dragones, este lunes 27 a las 2:00PM. La citación advertía que era "con el propósito de ser entrevistado por estar incurriendo en un posible delito".

"Desconozco el motivo por el cuál se me cita y entiendo tal procedimiento como una arbitrariedad más de los órganos represivos del Estado, los cuales no dan información que transparente sus intenciones. Por demás no reconozco como legítimas estas prácticas de coacción. Me presentaré en la unidad mencionada solo para atender a la tranquilidad de mis padres, trabajadores consagrados y personas de la tercera edad que no merecen padecer sobresaltos por los atropellados procedimientos con que maneja su gestión el poder político cubano; ya bastante tienen con la precariedad que nos circunda", apuntó el joven, que ha sido colaborador de medios como Rialta, Árbol Invertido o La Joven Cuba.

"Reitero que no reconozco la legitimidad de este procedimiento, el cual entiendo como un método de chantaje por mi postura crítica ante el sistema. Aclaro nuevamente que no abandonaré mis ideas, ni mi responsabilidad política y mucho menos renunciaré a mis textos", insistió. Aprovechó además para recordar que este martes "se realizará un acto de injusticia con mi querida amiga. Por el supuesto de 'desobediencia', Alina (Bárbara) será sometida, mediante una estrategia vergonzosa del poder político, a juicio. Le ratifico a ella, y públicamente, mi apoyo".

Al salir del interrogatorio con la Seguridad del Estado, Aguado denunció que fue escoltado de regreso a su vivienda en una patrulla de la Policía, "la cual me impedirá el libre movimiento por 'tiempo prolongado', según me informó el primer teniente Evelio, del Departamento de Seguridad del Estado", a quien señaló en una fotografía adjunta a su post, como el hombre de "la esquina junto a su clásica Suzuki". 

"Todo para descartar mi posible participación en el injusto juicio a la profesora Alina Bárbara López Hernández que tendrá lugar mañana en Matanzas", señaló.

Otro de los hostigados por la Seguridad del Estado fue el profesor Dmitri Prieto Samsónovc, activista y fundador del Observatorio Crítico cubano. El Observatorio de Libertad Académica denunció en sus redes sociales el "acoso que ejerce la Seguridad del Estado sobre el investigador" y contó que durante este lunes "agentes de civil y efectivos de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), han permanecido apostados en los bajos del edificio de Dmitri, en clara advertencia de prohibición de circulación".

"Yo he sido profesor, no represor. ¿Siente la diferencia, sargento?", escribió Prieto en su perfil de Facebook.

Por su parte, la historiadora y antropóloga habanera Jenny Pantoja, compartió en su perfil de Facebook que su vivienda se encontraba rodeada por siete efectivos del régimen, entre Policías y agentes de la Seguridad del Estado. 

Horas antes, Pantoja había denunciado que fue detenida al llegar a Matanzas en tren. Añadió que los agentes le incautaron su teléfono. Luego, "comenzó un rápido pero tortuoso camino de regreso a La Habana", dijo. 

Durante el retorno a la capital, relató, fue amenazada con un proceso por "resistencia a la detención". En el punto de control de la entrada a La Habana, detalló, pudo ver que oficiales de la Policía "registraban cada carro que pasaba hacia (…) Matanzas, uno por uno, incluidos taxis particulares o no". A todos les abrían el maletero e iluminaban dentro para ver los asientos. "Era un registro acucioso, pormenorizado", dijo.

"En un momento llegaron unos boinas rojas. Cuando bajaron, me horroricé. Eran casi niños", apuntó Pantoja, quien ahora está detenida en su vivienda, según le hizo saber un agente que se identificó como Pablo.

"Dice que no puedo salir de mi casa, que no puedo ir a Matanzas. Le dije que eso es anticonstitucional, que los ciudadanos somos libres a no ser que estemos bajo una pena o por orden de un juez, que la Constitución de Cuba recoge la libertad de movimiento como un derecho", señaló. Lamentó no haberse unido antes a Alina Bárbara en sus protestas.

El Observatorio de Libertad Académica consideró esta acción contra el activista como parte de la "escalada represiva" que "apunta a estar asociada al juicio" contra la académica Dra. Alina Bárbara, "a quien pretenden aislar desde el inicio del hostigamiento por su reivindicación de derechos ciudadanos".

En su publicación, Alina Bárbara López dijo que a algunos represores le han dicho que ella planifica "un desorden público" y que ellos "tienen el derecho de impedir que ocurra". 

"Además, desde ayer están instalando equipos en los postes de telefonía fuera del Tribunal Municipal de Matanzas donde se celebrará el juicio en el que soy acusada por el delito de 'desobediencia'. Imagino que serán inhibidores de la conexión a Internet y cámaras para monitorear", precisó.

"La verdadera causa de tanta represión y precauciones es el miedo. Pero los tranquilizo: nunca he convocado a nadie a manifestarse ni a crear desórdenes. A diferencia de ustedes, creo en la responsabilidad individual y ética de las personas. También creo que en Cuba vivimos un nuevo momento histórico y que una crisis no es tal hasta que los actores sociales no toman cuenta de ella. La cuestión que está en juego ahora no es 'si  hay' que cambiar, sino 'cómo hacerlo'", concluyó López su publicación.

López Hernández será juzgada este 28 de noviembre en Matanzas por un presunto delito de desobediencia, por negarse a concurrir al requerimiento de citaciones de la Policía cubana que violaban las normas legales y constitucionales. La intelectual enfrenta una sentencia de hasta un año de privación de libertad.