El prisionero político cubano Félix Navarro, presidente del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel, fue trasladado de la prisión de Agüica, donde está encarcelado por manifestarse el 11 de julio de 2021, al Hospital Provincial Faustino Pérez de Matanzas bajo argumentos que su familia cuestiona.
De acuerdo con Iván Hernández Carrillo, secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC), el traslado se habría producido "tras quebrantarse su salud luego de dos desmayos sufridos (julio y septiembre) en la prisión que lo han puesto al borde de la muerte", escribió en su perfil en la red social X.
DIARIO DE CUBA contactó a la esposa de Navarro, Sonia Álvarez Campillo, quien confirmó el traslado y ofreció los pocos detalles que tiene sobre la situación del prisionero político.
"Ayer en horas de la tarde un preso me llamó para decirme que habían sacado a Félix del penal, pero ellos no sabían si para el hospital u otro destino", contó.
Tras recibir esas noticias, Álvarez Campillo fue a la sede de la Seguridad del Estado el viernes. "Allí me dijeron que a Félix lo habían llevado para el Hospital Provincial Faustino Pérez de Matanzas para hacerle un chequeo de rutina que ya le correspondía", refirió.
"Entonces estuve llamando al hospital y me salió el guardia que cuida la Sala de Penados, y me dijo que a Félix le habían hecho análisis por la mañana, que estaba bien".
Pero Álvarez Campillo no se fía de esa versión: "Me digo: ¿por qué ahora ese chequeo, si en julio y septiembre hizo dos hipoglicemias en el penal y los presos lo encontraron como muerto, sin conocimiento, y en ese momento no le hicieron nada?".
"Estamos preocupados por lo que pueda pasarle", admitió, y señaló que cuando pidió al guardia que le pusiera a su esposo al teléfono, este le dijo que eso no estaba permitido.
Saylí Navarro, hija de Félix y también encarcelada por manifestarse el 11J, llamó al hospital desde su penal el viernes y le dijeron que su padre había sido llevado en la tarde a "hacerle una prueba", refirió Álvarez Campillo.
La mujer comentó que la próxima visita como recluso correspondiente al líder opositor está programada para el próximo martes, por lo que insistirá para saber cuántos días lo piensan tener hospitalizado.
Félix Navarro tiene 70 años de edad y padece de diabetes, por lo que su frágil estado de salud ha sido motivo de constante preocupación para sus allegados.
Recién en octubre, Álvarez Campillo denunció la represión que sufre el preso político en la cárcel y las privaciones a las que es sometido para tratar su deteriorada salud.
Según mensajes de voz enviados a esta redacción, Navarro no puede chequear con frecuencia sus niveles de glicemia en sangre.
"El pasado jueves tuve visita con Félix y le llevé el aparato de medir la glicemia. El reeducador me dijo que Félix no podía tener ese aparato en su poder porque tenía una agujita. Una agujita que apenas se ve, como lo sabe todo el mundo, pero la mano de Noslén, la mano de Ferrer (presuntos esbirros) y la mano de Emilio, el jefe de la prisión, son mucho más fuertes que las agujitas para dar golpes allí", explicó la mujer.
"También le llevé vitaminas, pero tampoco se las pude dejar, porque no autorizaron a Félix a tenerlas en su poder. Hay que ir un martes por donde ellos digan, a la parte principal del penal, para que salga la doctora a recibirte para entregarle las medicinas. Yo pienso que unas vitaminas las puede tener el preso, igual que ese aparato de glicemia, que es para tenerlo la persona que padece la enfermedad. Así en un momento en que se sienta mal o tenga un decaimiento, lo tiene con él. En dos ocasiones han llevado a Félix para la enfermería muerto, prácticamente sin conocimiento. Entonces, ¿qué es lo que pretenden los jefes del penal?; ¿que Félix se muera en la prisión?", alertó.
A finales de septiembre pasado, la Fiscalía Municipal de Colón admitió una queja interpuesta por Álvarez Campillo, en la que solicitó a ese órgano de Justicia que intervenga de forma inmediata ante las autoridades de la prisión de Agüica para que el opositor reciba adecuada atención médica.
Parece una locura pero es la realidad "los malos" ahora tienen tecnología que les permite escuchar todo lo que hablan dentro de sus casas (incluso pueden captar la vibración de la digestión de sus intestinos), pueden definir sus cuerpos aunque estén detrás de varias paredes y ubicarlos donde sea, incluso y aunque parezca una locura pueden determinar que están pensando (precisamente por eso saben lo que la gente va a hacer antes que lo hagan) y hablarles por esa vía, generalmente lo hacen para sacar información que la gente no diría con facilidad o tratar que las personas pierdan el juicio y/o se suiciden, sin que los pobres infelices puedan probarles nada. Al parecer los dispositivos que utilizan están vinculados a ondas de radio a diferentes frecuencias. También tienen un dispositivo que al parecer puede concentrar la energía y al apuntarlo hacia el cuerpo, se siente como si te estuvieran quemando por dentro, generalmente lo utilizan para no dejar que las personas duerman, pero esa...
energía aplicada constantemente sobre las personas puede afectar las células y producir cáncer, o quizá si lo hacen dirigido con gran intensidad sobre un órgano específico como el corazón la muerte, al parecer esa frecuencia en ocasiones la varían dentro del rango de radio SW, es decir si encienden un radio captando en el rango de la SW deberían escuchar (si coincide con la frecuencia con la que emiten) un sonido que se escucha como interferencia, explosiones o un FSHHH. Existen programas que pueden descargar de internet e instalarlos en sus celulares con los que podrían medir la radiación que emiten esos dispositivos y comprobar si están siendo víctimas de los mismos, generalmente los objetos de metal se cargan más y por tanto pudieran detectar altos grados de radiación inusual en los mismos. Una opción más factible sería pedirle a algún amigo dispositivos específicos para tal tarea.