Este lunes la académica matancera Alina Bárbara López Hernández será juzgada en un juicio sumario, un procedimiento que se usa, según la Ley de Procedimiento Penal cubana, para delitos sancionables hasta un año de privación de libertad o multa de trescientas cuotas.
López Hernández precisó en entrevista con Martí Noticias que la vista oral será a las 9:30AM, en el Tribunal Municipal de Matanzas. "Será un juicio que se conoce como 'atestado'. Es un tipo de juicio en el cual se juzgan delitos de menor gravedad, aun cuando el auto de fecha de juicio dice que 'por la gravedad de los hechos', o de las cosas que se narran, en fin, pero son de delitos de menor gravedad", relató.
Según detalló la intelectual matancera se trata de un tipo de juicio "más bien sumario, sin grandes garantías", en el que "solo puedes apelar a la segunda instancia, instancia provincial", sin derecho a seguir apelando, por ejemplo, al Tribunal Supremo. "Se termina ahí y el tribunal da su veredicto ahí mismo, o sea, la sentencia la van a dictar en el momento. No es como otros casos que hay que hacer análisis más largos y demás", expresó.
López Hernández, doctora en Ciencias Filosóficas, el día 18 de cada mes se manifiesta en solitario en el Parque de la Libertad de Matanzas, llevando una hoja en blanco.
Las demandas de la académica son "una Asamblea Nacional Constituyente elegida democráticamente para redactar una nueva Constitución aplicable en todas sus partes", "que el Estado no se desentienda de la crítica situación de ancianos, jubilados, pensionados y familias que están en pobreza extrema", "libertad para los presos políticos sin exilio obligatorio" y el "cese del hostigamiento a personas que ejercen su libertad de expresión".
Por exigir esas demandas y defender su derecho a manifestarse, López Hernández ha sido arrestada por la Seguridad del Estado y la Policía en varias ocasiones y limitada en su libertad de movimiento.
Después de meses de amenazas, detenciones, de ser procesada e incluso "regulada" para impedirle viajar al extranjero (esto último después de tratar infructuosamente de que aceptara el exilio forzado), la historiadora y politóloga cubana ha emplazado a los operadores jurídicos de la Fiscalía Provincial de Matanzas, particularmente a los fiscales.
De acuerdo con los juristas cubanos Edel González y Maylín Fernández, asesores en materia legal de DIARIO DE CUBA, este caso evidencia una vez más "el empobrecimiento profesional existente en la Isla entre fiscales y jueces activos de nueva generación", así como "la gravedad del escenario", cada vez "más estrecho para la realización del derecho, la justicia, las libertades, la dignidad y el bienestar de los cubanos".
Esta guerrera cubana es un hueso duro de roer para una dictadura acostumbrada a lidiar con disidentes políticos con menor nivel intelectual.
Darle la vuelta a un parque cada mes con un papel en blanco por parte de una mujer con tanto conocimiento en su cerebro es una estrategia que provoca "parálisis por análisis" a un régimen confiado en la Constitución Nacional y el Código penal que diseñó a su medida con su "Poder Popular " para perpetuarse por siglos.
Con esta gigante en el banquillo de los acusados el poder judicial cubano se enfrenta a otro prueba ante el tribunal de la historia.
Por mucha falta de independencia del poder judicial, por mucha legalidad socialista y genuflexion al poder ejecutivo, más allá de la norma y la ley, nuestros jueces, en casa y sin toga, tendrán que preguntarse a si mismos:
¿ qué delito real cometió esta mujer para encerrarla?
Sólo entonces, quizás, despertarán.
A esta cubana la van a juzgar sin garantías, como hacen con todo opositor, disidente o cualquiera que les moleste. Allí todo opositor es culpable antes, durante y después del juicio, puras patéticas puestas en escena.