La presa política cubana Yunaiky Linares Rodríguez pudo comunicarse con su madre después de pasar nueve días en una celda de castigo sin derecho a una llamada telefónica.
La joven, que tenía apenas 24 años cuando fue encarcelada hace más de dos años, fue golpeada recientemente por guardias de la Prisión de Mujeres de Occidente, conocida como El Guatao, en La Habana. Allí cumple una condena de ocho años bajo el cargo de "sedición", por su participación en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021.
"Me llamó mi niña. Ya está fuera de la celda (de castigo), el viernes tengo la visita", dijo a DIARIO DE CUBA su madre, Niurka Rodríguez García. "Ella me dice que se encuentra bien y que el viernes, cuando me llame, me cuenta todo lo que pasó", destacó.
"Libertad para mi hija Yunaiky Linares y para todos los presos políticos", agregó Rodríguez en un post publicado en su perfil de Facebook este lunes. También agradeció a todos los que la apoyaron desde que realizó la denuncia en sus redes sobre la golpiza que recibió su hija en la cárcel y sobre el trasladado para una celda de castigo.
Rodríguez García había denunciado con anterioridad que la golpiza que recibió Linares en el penal fue responsabilidad de las carceleras. Sin embargo, cuando reclamó ante la directora del penal esta negó que fueran las guardias las que agredieran a la presa política.
"Están acabando con nuestras vidas. (...) Ellos por lo más mínimo están mandando a presas para que le den golpes a nuestros hijos. A mi hija le tocaba el régimen de mínima en enero, ahora mira este problema… nunca terminamos, todos los días es algo nuevo", lamentó entonces Rodríguez García.
Entretanto, las autoridades de la prisión Guamajal, en Villa Clara, trasladaron de urgencia al hospital a otro preso político del 11J, Yunior Sebey Mena, de 33 años, a causa de un fuerte dolor en el pecho.
Según explicó a Martí Noticias la esposa de Sebey Mena, Elianne Rodríguez Pérez, ella fue alertada vía telefónica por otros reos. "El domingo, sobre las 7:00AM, le dio un dolor en el pecho que se le reflejaba en un brazo y en una pierna, y se defecó y se orinó. Debido a eso, salieron en una ambulancia para Encrucijada, que más cerca queda de allí", precisó.
Rodríguez contó que, una vez en el centro médico, el doctor le indicó al preso político un eletrocardiograma y una inyección para aliviar el dolor. "Estaban preguntando si tenía un marcapasos puesto, cuando él no tiene ningún marcapasos. Al cabo de las 11:00AM, lo remitieron para aquí, para el hospital de Santa Clara. Le hicieron un electro y el médico dijo que estaba en el rango normal. Yo le expliqué que no es primera vez que le ha pasado, que él es portador de sicklemia, que si existía la posibilidad de que le hicieran un chequeo general, análisis, que si podían dejarlo ingresado", puntualizó Rodríguez.
Sin embargo, según la esposa del preso político, los médicos del hospital Arnaldo Milián consideraron que Mena no tenía necesidad de permanecer ingresado. "Lo que me indigna es que no dieron ningún diagnóstico", apuntó. De acuerdo a Rodríguez, su esposo fue trasladado este lunes de vuelta al penal.
Yunior Sebey Mena cumple siete años de cárcel bajo los cargos de desórdenes públicos y desacato por participar, al igual que Linares, en las protestas del 11 de julio, pero en la provincia Santa Clara, donde reside junto a su esposa y sus dos hijos de diez y seis años.
