Una carta firmada por más de 300 activistas, opositores y familiares de presos políticos fue entregada este martes a las autoridades del país. Entre los firmantes se encuentran Nelva Ortega Tamayo y Sonia Generosa Álvarez, esposas de los líderes opositores José Daniel Ferrer y Félix Navarro Rodríguez, encarcelados por el 11J.
Según explicó a DIARIO DE CUBA uno de los firmantes, el disidente Iván Hernández Carrillo, la carta "Voces por la libertad de todos los presos políticos" se entregó en la Asamblea Nacional del Poder Popular, "dirigida al presidente de esta institución". Apuntó que, "al mismo tiempo", se envió al Consejo de Estado, "dirigida al gobernante Miguel Díaz-Canel".
La carta explica que, "amparados en el Artículo 61 de la Constitución de la República de Cuba", los firmantes se dirigen al "presidente designado" para "reclamar la libertad de todos los presos políticos". Detallan que estos se encuentran encarcelados "por sus diferentes formas de pensamiento", contrarias a "las doctrinas político-ideológicas existentes" que, consideran, se han convertido en "un freno de las fuerzas productivas" y son las responsables de "una economía en total deterioro, la apatía de la población, la división de las familias, un éxodo masivo de sus habitantes y la pérdida de las libertades ciudadanas".
Los firmantes manifiestan también su interés como ciudadanos cubanos de poder contar con un país "donde pueda realizarse el ideal del ser humano libre en el disfrute de las libertades económicas, civiles y políticas en una nación próspera, sin lastres que laceren la observancia de los derechos ciudadanos". Un país donde exista "una real justicia social, sin represión ni encarcelamientos para todos aquellos que disienten de la ideología" imperante, y se puedan manifestar "opiniones con todo el derecho a la libertad de expresión".
"Actualmente estos derechos no son reconocidos en el país y se crean normativas jurídicas que legalizan la vulneración y castigo a los derechos y deberes ciudadanos", aseguran los activistas. Explican que el pasado "ha sido controlado, manipulado y borrado", el presente "es controlado y tergiversado" y que en el futuro "no se vislumbra que los derechos humanos esenciales sean respetados", de manera que "toda persona pueda manifestar sus ideas libremente" en cualquier circunstancia, "sin miedo a ser perseguido, maltratado o condenado por sus opiniones".
Por los motivos antes expuestos, los que rubrican la misiva, reclaman "la libertad sin destierro de todos los presos políticos que se han manifestado", destacando la situación de Ferrer García, quien ha sido declarado preso de conciencia por Amnistía Internacional. Recuerdan que el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) se encuentra confinado en una celda de castigo en la prisión de máxima severidad Mar Verde, en Santiago de Cuba, "bajo constantes agresiones físicas, verbales y psicológicas".
Hacen énfasis además en la situación de los cientos de hombres, muchos de ellos con más de 60 años de edad, y de las mujeres, que en muchos casos son madres de hijos menores de edad, así como la de los adolescentes y jóvenes, "todos ellos confinados bajo injustas condenas".
"Es pertinente insistir en señalar que en las prisiones del país se violan los derechos humanos de los encarcelados, incluyendo a los que presentan cualquier discapacidad, y que por ser presos políticos, el régimen de maltratos, golpizas y de castigos a celdas de aislamiento se les aplica con mayor severidad. A esta situación se le suman la desatención a la salud de los mismos, la falta de medicamentos para el control de sus enfermedades y la precaria alimentación a que son sometidos", apuntan antes de concluir su carta.
Expresan que "desconocer esta situación es cruel e inhumano" y advierten la necesidad de que "todos los cubanos visibilicen la situación de las personas encarceladas por sus ideas y que han sido condenados a largos años de prisión".
"Recordemos que la manifestación popular del 11 de julio de 2021 sí constituyó una reacción de pueblo y juventudes embravecidas que reclamaron a viva voz: ¡Libertad, Libertad, Libertad!", finaliza la misiva, fechada en La Habana.
