El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) presentó su segundo informe sobre libertad religiosa en Cuba, basado en más de 1.300 entrevistas en la Isla. La presentación, a pocos días de la visita al Vaticano de Miguel Díaz-Canel, tuvo lugar en Madrid y contó con la cobertura de varios medios de comunicación, entre ellos DIARIO DE CUBA.
Entre los datos ofrecidos destaca que el 68% de los cubanos conoce a alguien que profesa una religión y ha sido acosado, reprimido, amenazado u obstaculizado en su vida diaria por motivos relacionados con su fe. "La libertad religiosa es más que poder ir a la iglesia", dijo el director de estrategia del OCDH, Yaxys Cires.
La opinión predominante es que entre los fundamentales motivos por los que un creyente puede sufrir acoso, amenazas o discriminación están "tener una postura política basada en su fe" (59%) y "hablar públicamente sobre su fe" (45%).
"Ambas respuestas evidencian el intento de las autoridades de recluir al ámbito de lo privado la vivencia de la religiosidad", afirma el OCDH.
En cuanto a las acciones concretas con las que se impide o dificulta la labor de organizaciones y líderes religiosos, se mencionan en primer lugar el "negar permiso para eventos en espacios públicos" (64%); "negar o condicionar permiso para construir o reparar templos" (63%) y "negar o condicionar permiso para procesiones" (63%).
Un eslabón fundamental en la violación o limitación de los derechos es la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista. El 68% de los creyentes considera que esta Oficina viola o reprime los derechos de los líderes religiosos y de los miembros de las agrupaciones religiosas. Precisamente, su jefa, Caridad Diego, acompañó a Díaz-Canel en la reciente visita al Vaticano.
Solo tres de cada diez cubanos saben cómo y a quién denunciar en caso de violaciones a sus libertades y derechos religiosos; mientras que el 55% conoce a algún pastor o líder religioso a quien se le ha impedido o dificultado su labor.
Consultados acerca de su confianza en las instituciones nacionales, los cubanos se decantan mayormente por las religiosas (42%), seguidas, a distancia, por los grupos independientes de derechos humanos (19%), los medios de comunicación independientes (16%), y el gobierno (13%).
Las instituciones que menos confianza generan en los cubanos, todas en el orden del 2%, son las organizaciones de control social del Partido Comunista (Comité de Defensa de la Revolución, Federación de Mujeres Cubanas, etc.), así como los tribunales, la policía y el ejército.
De acuerdo con la investigación, la mayoría de los cubanos (73%) considera que "las cosas en el país van en la dirección incorrecta". Los creyentes son los más críticos (80%).
Esta encuesta se llevó a cabo en las 15 provincias del país, cubriendo 83 municipios, durante el pasado mes de febrero, mediante 1.394 entrevistas personales con entrada de datos asistida por teléfonos móviles y tabletas.
La encuesta concluye que en Cuba no se respetan ni garantizan las libertades religiosas. El régimen cubano continúa utilizando sus sistemas de vigilancia y control para limitar o perseguir cualquier expresión pública, especialmente política, de quienes asumen un compromiso cívico acorde con los valores de su fe. Igualmente limita la acción e influencia social de las entidades o congregaciones religiosas, sobre todo de aquellas que reclaman mayor presencia en el espacio público y en las comunidades.