En su reporte anual para 2023, la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos (USCIRF) recomendó por primera vez colocar a Cuba en "la Lista de Países de Especial Preocupación". Ahí están incluidas esas naciones en las que los gobiernos cometen o permiten violaciones sistemáticas, continuas y flagrantes de la libertad religiosa.
"Durante todo el año 2022, el Gobierno cubano controló estrictamente la actividad religiosa a través de la vigilancia, el hostigamiento de los líderes religiosos y laicos, el exilio forzoso y el maltrato de los presos de conciencia religiosos. Algunos ejemplos específicos incluyen: autoridades que sometieron a pastores a detención, interrogatorios, amenazas de penas de prisión por cargos falsos y confiscación de bienes", manifestó el comisionado Frederick A. Davie en la presentación del informe.
Mencionó también que las autoridades cubanas "detuvieron e interrogaron a ciudadanos que viajaron o planeaban viajar" a Estados Unidos en 2022 y "le prohibieron arbitrariamente" al imán Abu Duyanah, de la Asociación Cubana para la Difusión del Islam, viajar a La Meca alegando razones "de interés público", sin especificar.
Señaló que "las amenazas y la persecución por parte del gobierno cubano provocaron que varios líderes religiosos abandonaran Cuba en 2022" y puso de ejemplo el caso del padre David Pantaleón, jefe de la orden jesuita de Cuba y presidente de la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Cuba. Recuerdan que Pantaleón tuvo que abandonar el país porque el régimen se negó a renovar su permiso de residencia en la Isla.
Davie recordó también que "varios líderes religiosos y laicos" permanecen en prisión por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021. "El Gobierno cubano siguió atacando a los periodistas independientes que informan sobre la libertad religiosa, amenazándolos con cargos penales y multas, a menudo en virtud del decreto ley 370, e imponiendo restricciones de viaje", añadió.
En diciembre del 2022, el Departamento de Estado agregó a Cuba y Nicaragua a su Lista de Países de Especial Preocupación "porque sus gobiernos se han involucrado o tolerado graves violaciones de la libertad religiosa".
La USCIRF recomienda además que se impongan sanciones específicas a agencias gubernamentales y funcionarios cubanos responsables de "graves" violaciones de los derechos religiosos, incluyendo a Caridad Diego, jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Represión en la cárcel
La Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC) denunció en un comunicado al que tuvo acceso DIARIO DE CUBA que el prisionero político y líder religioso Loreto Hernández García volvió a ser reprimido este domingo 30 de abril, "pese a encontrarse en crisis de hipertensión, fiebre y con vómitos". Los activistas, que obtuvieron declaraciones de Rosabel Sánchez Correa, hija de Hernández García, explicaron que el ataque fue "por órdenes de la policía política en la prisión de mayor rigor" conocida como Guamajal, ubicada en la ciudad de Santa Clara.
El texto añadió que las autoridades del penal hicieron responsable a Hernández García "de los fuertes gritos" de "Patria y Vida", "Vamos al Paro Nacional", "Esto se llama Tres por Tres", que exclamaron decenas de reclusos del destacamento número uno, donde se encuentra confinado.
Precisaron que "de forma sorpresiva" decenas de reclusos de esa área del penal comenzaron con los gritos de las consignas y que esa acción "provocó de inmediato una numerosa y agresiva presencia" de guardias. Según la nota, los oficiales estaban encabezados por el oficial "superior" conocido por Roberto Rojos Hernández, que llegaron preguntando directamente por Loreto Hernández García.
"Fueron hasta su cama donde se encontraba postrado. Lo tiraron violentamente de la cama para luego de esposarle a la espalda y conducirlo entre violentos empujones y apretones de cuello a punto de asfixiarle hasta las celdas de castigo. Ahí fue sometido a fuertes interrogatorios por altos oficiales de la Seguridad del Estado, quienes entre amenazas y ofensas de carácter racial y religioso, le dijeron: 'Mira negro, ya estamos cansados de que nos estés revolviendo el penal con esa peligrosa campaña del paro'", detalló el comunicado.
Le advirtieron también que por "cada cartelito del famoso paro" o por cada "gritico de Patria y Vida" que aparezca en esa prisión va a pagar él las consecuencias "por contrarrevolucionario y cabecilla".
"Nunca te olvides negro de mierda que nosotros nos pasamos tu religión por la p…, que para nosotros el único Dios es Fidel y nuestra religión es la revolución. Negro, tú no escarmientas con tantas patadas y piñazos que te damos. Tú y tu mujer se van a morir aquí en la cárcel", le dijeron en referencia a su esposa, la también presa política y líder religiosa, Donaida Pérez Paseiro, recluida en la prisión de mujeres de Santa Clara.
Según la ARC, Hernández García, luego de pasar casi ocho horas en celda castigo y "total aislamiento", fue sacado de allí "gracias a los gritos de preocupación" de otros reclusos.
El matrimonio Hernández García y Pérez Paseiro fue condenado a siete y ocho años de privación de libertad, respectivamente, por su participación en las protestas pacíficas del 11J. "Ambos con serios problemas de salud pagan un alto costo humano en represalia a sus valientes declaraciones en la vista oral y a su consecuente y vertical posición mantenida como presos políticos y ardientes defensores de los derechos humanos", expresó el texto.
Rosabel Sánchez Correa dijo que está "cansada de tanto abuso y atropello contra su padre inocente" y alertó de que "cada día que pasa la vida de su padre se encuentra en mayor peligro". Responsabilizó al régimen cubano de lo que pueda sucederle.
El comunicado señaló que, tanto Hernández García como su esposa son promotores del Paro Nacional y su estrategia del "Tres por Tres". Además, exigió "la liberación inmediata e incondicional" del matrimonio y "de todos y cada uno de los hombres y mujeres que dentro de Cuba guardan prisión por sus ideas".