El periodista independiente Alberto C. Toppin fue obligado por la Seguridad del Estado a renunciar a colaborar con cualquier medio que trate la realidad cubana, denunció el centro de asesoría e información legal Cubalex.
"El periodista escribe usualmente sobre tecnología, pero ni eso permiten", lamentó en sus redes sociales la organización defensora de los derechos humanos en Cuba.
En un hilo en Twitter que cerró son su despedida, Toppin explicó que desde octubre-noviembre su vínculo con la revista El Toque había terminado.
"Algún que otro trabajo salió publicado luego con mi firma porque estaba entregado ya. La mayoría de mis textos estuvieron enfocados en tecnología, cosa que me apasiona. Muchos brindaban consejos para aplicarse en Cuba y su mala conectividad, tratando de que cualquier usuario entendiera sin mucho problema", escribió.
"Sin embargo, hoy (sábado 14 de enero), en una oficina de una estación policial, la Seguridad de Estado me ha obligado a redactar y firmar una renuncia a colaborar con cualquier medio que trate la realidad cubana, no importa que yo esté escribiendo sobre un acelerador de descargas para usarlo en lo que dice ETECSA es 4G. Y hay más. Lo mismo por lo que han pasado varias personas que conozco", dijo.
El periodista también denunció que tuvo que "entregar equipos" con los que ha hecho Periodismo, "aun cuando estos no han sido donados por ninguna institución o proyecto."
"Quizás de la única cosa que me arrepiento es de no haber hecho mejor Periodismo cuando pude. De no dejar más cerca de la perfección algún que otro texto. Del resto, no. Como se me ha indicado, con este hilo hago pública mi renuncia a colaborar con algún medio que aborde la realidad cubana", afirmó.
El joven periodista realizó reportajes junto a colegas como Cinthia de la Cantera y Darcy Borrero Batista sobre varios temas sensibles. Recogió "la dejadez gubernamental en una de las zonas industrialmente más prósperas de Cuba (Moa), y de peor calidad ambiental".
"Por supuesto, ejercer el Periodismo en Cuba no es siempre sinónimo de satisfacción. Incluso cuando se tiene el valor de recorrer una zona como Moa, uno se asusta cuando alguien se te queda mirando porque estás fotografiando el río donde se vierten desechos industriales. Uno teme que alguien rechace darte una opinión de mala manera sencillamente porque dices que trabajas para un medio independiente. Uno anda con los ojos bien abiertos, como pronosticando el instante en que la Seguridad de Estado va a caer sobre ti para impedirte continuar, para amedrentar a tu familia, para truncar los proyectos de vida que pudieras idear a partir de tu trabajo", lamentó.
Toppin se graduó de Periodismo en la Universidad de La Habana en 2017. Fue editor web en Juventud Técnica (2017-2019) y reportero en YucaByte (2018-2020). También colaboró con El Estornudo, entre otros medios.
La Seguridad del Estado es implacable para acabar con el periodismo independiente en Cuba. Han sido varios los profesionales que en el último año han acabado renunciando a escribir en esos medios por las intensas presiones, que incluyen interrogatorios, detenciones, amenazas contra familiares y otras tácticas que resultan mecanismos de tortura psicológica. Muchos se han visto obligados al exilio tras sufrir estas circunstancias, entre ellos colaboradores de DIARIO DE CUBA.
