El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) intervenir adoptando una medida cautelar a favor del activista Julio César Góngora, al que el régimen cubano niega la asistencia médica necesaria por su condición de opositor político.
En la petición de nueva páginas, compartida con DIARIO DE CUBA, la ONG con sede en Madrid califica la negativa a atender a Góngora como "un acto inhumano de discriminación política" que viola normas y principios de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos Humanos y otros instrumentos.
Con 51 años de edad y residente en Pinar del Río, el activista ha estado exigiendo atención médica sin éxito desde 2013, periodo en el que ha permanecido postrado en cama por tener una herida abierta en la zona perianal o periné, así como un absceso en la misma área y una cistostomía o talla vesical mal atendida e instalada forzosamente a causa de una negligencia médica no investigada, que se produjo en octubre de 2012.
Aparte de ello, sufre los efectos de una dermatitis herpetiforme, para la que no recibe medicación ni supervisión médica.
El OCDH subraya en su petición que la desatención y negación médica es exprofeso "con motivo de su posicionamiento político frontal contra las violaciones de derechos humanos que observa, detalla, documenta y denuncia en la Isla".
"Mantenerle en dicha situación ha servido para limitar su capacidad de civismo. El estado de debilidad, incapacidad y de inseguridad al que está sometido representa una especie de castigo, provocando también en su persona no poder sostener un ejercicio viable de otros derechos humanos fundamentales (...) Se le fuerza así a ser una persona dependiente económica y afectivamente de terceros que no cuentan técnica y económicamente con los conocimientos y recursos que deben asegurar su salud y vida", indica.
"Los testimonios más actuales que acaba de recibir el OCDH de Julio César Góngora demuestran que, de no recibir atención médica urgente, integral y efectiva, su calidad de vida y dignidad humana seguirá erosionándose al punto de que podrá perder la vida debido a la grave infección que padece (...) situación que sin dudas derivará en una sepsis generalizada", alerta el documento.
El Observatorio denunció además que los médicos que dan seguimiento a Góngora "cumplen órdenes de oficiales de la Seguridad del Estado. En cada consulta médica hacen presencia varios oficiales de Inteligencia. Los agentes se mueven con libertad e impunidad dentro del recinto hospitalario Abel Santamaría. Actúan como 'líderes del proceso de atención' que demanda Julio César. Presencian exámenes, con infracción del derecho a la intimidad y se entrevistan con los médicos que examinan a Julio César antes, durante y después de cada visita y consulta vinculada a la situación que padece Julio. De hecho, el hospital ha servido como centro de interrogatorio".
"En una ocasión un médico le citó para consulta bajo engaño. Al llegar Julio al hospital, a la hora y día fijado, le esperaban tres oficiales, interrogándolo sobre su activismo en una oficina contigua a la dirección general del hospital por varias horas, sin interesar su malestar. Concluido el arbitrario interrogatorio, nadie del centro asistencial le atendió. Esta práctica de interrogársele en el centro hospitalario se hace común cada vez que Julio César mantiene actividades de denuncia en redes sociales", argumenta el OCDH.
Asimismo, la denuncia indica que al activista se le impide recibir medicamentos para la curación de su herida enviados por familiares, amistades y organizaciones en el exterior. "Estas donaciones humanitarias son confiscadas por agentes de la Seguridad del Estado a terceras personas, implicada sin razones ni legalidad antes de que pueda acceder Julio a ellas", señala.
La petición subraya que la omisión del deber de atención médica es "un acto inhumano grave e incuestionable de represión y discriminación por razones políticas que generan riesgo e inseguridad para Julio César Góngora".