La voz corre discreta en el barrio. La proyectan con más fuerza, una vez que se enteran, los activistas Marcel Valdés y Avana de la Torre, que desde el exterior apoyan incansablemente a los familiares de los presos del 11J: el joven Yosandri Morales Mulet, de la calle Martí, preso en el Combinado del Este por los sucesos del 12 de julio en La Güinera, intentó suicidarse. Todavía no tiene ni petición fiscal.
Con vecinos de la localidad hemos podido comprobar la realidad de esta noticia que se asimila en silencio, como un latigazo más, en la castigada La Güinera. Fuentes que no quieren ser identificadas afirman que el joven llevaría bastante tiempo con trastornos siquiátricos en la cárcel (lo cual es regular en los suicidas) y desatendido. Se dice que se encuentra muy grave en la terapia intensiva del hospital Miguel Enríquez de 10 de Octubre, porque habría pasado como tres minutos colgando, cuando quiso ahorcarse. Esto habría impedido al oxígeno llegar al cerebro, lo cual provoca daños irreparables en el cuerpo —en caso de que se salve—. Fuentes cercanas a la víctima también advierten que la familia ya está siendo "atendida" por la Seguridad del Estado, es decir: coaccionada para que no proteste.
La noticia se hizo pública hace dos días, aunque el hecho habría ocurrido hace varios días. En otra página restringida de Facebook, una madre de La Güinera también avisa de su orgullo por su hijo que se ha plantado en la cárcel, también sin petición fiscal… También sin querer que se haga público el hecho.
En las listas de presos que construye la sociedad civil aún no se encuentran estos nombres. Tampoco el de muchos reos que persisten aún, después de un año casi de los sucesos, sin petición fiscal. Poco se sabe de ellos.
Hace unas semanas supe de varios casos en la cárcel de Valle Grande a los cuales aún no se les había terminado de "investigar". Los reos calculaban ser alrededor de 30 en esa cárcel. "Casualmente", a los pocos días de que recibiera esas denuncias, apareció la Fiscalía con una petición de diez a 15 años para quienes habían reportado su situación: los reos Eliezet Sesma Diago, Amed Catellano Prieto y Yunior Consuegra Sotolongo, de Valle Grande.
