El grupo conocido como Movimiento #LibreAbelLescay, que lucha por la absolución del joven estudiante de la Universidad de las Artes (ISA), hizo este viernes un llamado a la comunidad estudiantil internacional para que se solidarice por la causa del músico.
En el texto del comunicado, publicado en su página de Facebook, los activistas aprovecharon para denunciar la complicidad de las autoridades del ISA, tanto administrativas como estudiantiles, quienes no sólo se han negado a ayudar al joven, sino que se han incorporado activamente a las labores de amenaza, chantaje y acoso hacia los compañeros solidarios con Lescay que han firmado la carta donde lo defienden.
En los últimos días, el Consejo Universitario del ISA calificó los esfuerzos por salvar a Lescay como “campañas que en nombre de la comunidad universitaria pretenden desacreditar a la Revolución”, y a la recaudación de firmas como la creación "episodios de crisis que atenten contra el funcionamiento de la institución y desgasten a sus autoridades, limitando de ese modo el avance de los procesos formativos y culturales que se desarrollan en esta casa de altos estudios".
La FEU, por su parte, emitió una alerta por un error en la presentación de la carta y aprovechó para llamar a quienes organizaron el Movimiento "personas cuyo único interés en este caso es crear una situación más compleja al propio estudiante".
Esto ha sido solo la punta del iceberg de una actividad represiva intensa desplegada en el ISA: "denunciamos el acoso por parte de las instituciones universitarias, con el Consejo Universitario del ISA como vocero, hacia el estudiantado con el objetivo de ejercer presión y provocar el retiro del apoyo a esta demanda cívica iniciada", escribieron los del integrantes del Movimiento.
Los miembros de la agrupación agregaron que "el Consejo Universitario del ISA se ha valido además de los típicos instrumentos de coacción: reuniones secretas de advertencia e intimidación, censura de la opinión y la expresión pública, e incluso amenazas de expulsión".
Como resultado de estas presiones, un grupo de estudiantes retiró su firma y se apartó del propio Movimiento.
¿Hay un tercer bando?
Curiosamente, mientras así procede la oficialidad, un segmento más flexible, también del interior de la Revolución, está empezando a solidarizarse con el caso.
Fue conocido que Silvio Rodríguez comentó su incomprensión con la pena y en las páginas de la revista OnCuba se publicaron textos que más o menos criticaron la dureza del Derecho penal en la Revolución y la criminalización de la protesta.
Esto podría llevar al espejismo de que un tercer bando, una tercera vía, surge en el proceso, lo cual solamente ayudaría a democratizar la imagen de la dictadura: no debemos perder de vista este peligro.
A inicios de abril el estudiante de música del ISA confirmó que el régimen hizo firme la sentencia de seis años de cárcel contra él por participar en las protestas antigubernamentales del 11 de julio en Bejucal, Mayabeque.