El profesor cubano Leonardo Fernández Otaño renunció a su categoría docente y por ende a impartir clases en instituciones oficiales en solidaridad con las personas condenadas por el régimen por salir a protestar el pasado 11 de julio en más de 50 ciudades y pueblos de la Isla.
"Yo, Leonardo Manuel Fernández Otaño, ciudadano cubano, laico católico e historiador, renuncio de modo público en gesto de solidaridad con los presos políticos y en consonancia con mi opción preferencial por los más pobres: a mi categoría docente. No es la más alta o encumbrada, pero es la mía", escribió en su perfil oficial de Facebook.
"Bajo ninguna circunstancia seré cómplice de esta injusticia, que encierra a menores de edad, hijos, padres, madres y roba sueños. No puedo quedarme de brazos cruzados si encierran a mis futuros alumnos, conciudadanos o hermanos en la fe", añadió.
De acuerdo con el historiador, renuncia "a lo más querido y con ello a toda posibilidad de docencia en los espacios oficiales", pero seguirá "con la frente en alto" porque no será "cómplice de este crimen, de este teatro político de mal gusto".
"Yo fui manifestante del 11 de julio, no puedo callar ante la injusticia, ningún intelectual comprometido con la realidad puede virar el rostro. Girar la cara ante esta abominación nos convierte en seres sin alma y vacíos. Recordar a esos que callan o que están encerrados en la soberbia, que mañana pueden ser sus hijos los encarcelados, que mañana pueden ser sus hijos los emigrados", sostuvo.
"Presento a mi madre la Santísima Virgen de la Caridad la vida de estos jóvenes detenidos. Bien sé que ella llora hoy en el altar del Cobre. A los presos políticos y sus familias sepan que mi hombro seguirá a su lado a pesar de todas las renuncias", afirmó.
Fernández Otaño compartió junto a su escrito una imagen de su título de docente roto junto con una imagen de la patrona de Cuba.
Leonardo Fernández Otaño, ex coordinador de la plataforma Archipiélago, recibió en diciembre del año pasado la noticia del sobreseimiento de su caso por la manifestación del 11J. Junto con la de él fueron archivadas las causas de artistas que protestaron ese día frente al Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
"Estoy agradecido porque la verdad nadie la puede ocultar, pero también triste porque a mí me salvan los privilegios de ser blanco e intelectual, porque los jóvenes de La Güinera no han tenido esa misma suerte y están siendo condenados a penas injustas y politizadas", declaró.
En enero de este año, hizo pública en sus redes sociales una carta enviada al papa Francisco el pasado 16 de julio en la que denunció la represión del régimen contra los manifestantes del 11 de julio.
"Ayúdenos Santo Padre, yo fui detenido el pasado 11 de julio, entre golpes me sacaron mi cruz (la esencia central de mi vida, no se imagina cuánto sufrí), pero ante tanto odio solo oré a Dios y nuestra madre del Cobre. Puedo decirle con conocimiento de causa toda la violencia y las injusticias que están ocurriendo hoy en Cuba", añadió.
Fernández Otaño también contó al papa que por defender a un menor de edad con el cual compartía celda tras las protestas del 11J fue castigado por los agentes policiales y enviado a una celda de aislamiento.
"Créame que le escribo como un hijo desesperado al tierno abuelo, pidiéndole su ayuda, por caridad (...) no nos abandone. Luego puede ser tarde, pues una cárcel implica el sufrimiento para ciento de familias y jóvenes que perderán toda su esperanza", agregó el joven cubano.
No mencionó si recibió alguna respuesta del Vaticano y calificó como "un acto de real desesperación" la publicación de la carta.