El prisionero político cubano Andy García, encarcelado por participar en las protestas antigubernamentales del 11 de julio en Villa Clara, se encuentra aislado del resto de los reos en la prisión de Guajamal, de la misma provincia, según denunció en una transmisión en directo su hermana, Roxana García.
De acuerdo con la joven, quien ha desarrollado una campaña para apoyar a los presos políticos tras el 11J, su hermano se encuentra encerrado sin posibilidades de salir a tomar el sol como castigo.
"Mi hermano en estos momentos no está en una celda de máxima seguridad, porque no tienen motivos para ello, pero está aislado del resto de los presos. Lo llevo diciendo desde hace meses, pero no tenía detalles de cómo es ese aislamiento", afirmó Roxana García.
La joven también dijo que a su hermano lo vigilan en la prisión tres presos comunes, quienes se rotan para compartir la celda con él cada día. "Obviamente, trabajan para la Seguridad del Estado como informantes", aseguró.
Roxana García aseguró que su hermano es el único de los prisioneros que come solo, pues los oficiales lo llevan al comedor cuando los demás reos terminan y no le permiten tener ninguna comunicación con ellos.
La familia de Andy García, además de detenciones y hostigamiento, ha sufrido actos de repudio ante su vivienda y multas de inspectores estatales por sus críticas al régimen cubano y su apoyo abierto e incondicional a los presos políticos.
A finales de febrero el local donde la hermana de García ejerce como manicure y su pareja, Jonathan López, como barbero, amaneció lleno de huevos reventados contra su puerta.
"Miren como amanece este lugar. Con huevos podridos reventados allí, con una peste increíble. (...) Tenemos turnos de trabajo a partir de las 9:00AM. Yo soy manicure, Jonathan es barbero", denunció entonces Roxana.
A incios de febrero el padre de Andy García Lorenzo, Nedel García, fue apuñalado durante una disputa suscitada por las ofensas de otra persona contra su hijo.
Las agresiones presuntamente fortuitas son parte del arsenal represivo del régimen. Días atrás, Bárbara Farrat, madre de otro preso político del 11J en La Habana que ha sido constante en sus denuncias de las irregularidades que comete el régimen en los procesos contra los presos, tuvo que impedir que dos desconocidas le arrebataran su teléfono. Las mujeres la agredieron en plena calle, la golpearon y se dieron a la fuga tras la alerta de los vecinos, denunció Farrat.