La Fiscalía Provincial de Holguín está pidiendo 30 años de privación de libertad para los cubanos Miguel Cabrera Rojas, José Ramón Solano Randiche, Iván Colón Suárez y Yosvani Russel García Caso, que se sumaron a las protestas ciudadanas del pasado 11 de julio en ese territorio.
Sobre García Caso, un joven obrero, padre de tres niños, su esposa, Mailin Rodríguez Sánchez, dijo a Radio Televisión Martí que "él se incorporó a la marcha que se regó por todo Holguín. Al cuarto día, el 15, vinieron a buscarlo a la casa".
El 10 de julio, Yosvani Russel García Caso había protestado junto a un grupo de vecinos por la falta de fluido eléctrico en el reparto Alcides Pino, donde reside. El texto acusatorio asegura que los incitó a lanzar piedras contra locales estatales.
"Él nunca convocó a nadie en la cuadra. Es mentira, ni siquiera se sabe cuándo fue realmente porque aquí se va la luz todos los días. Si hubiera ocurrido de verdad se lo hubieran llevado preso el mismo momento", declaró la esposa.
Igualmente, la Fiscalía holguinera solicitó 28 años de prisión para Mario Josué Prieto Ricardo y Maykel Rodríguez del Campo, 27 para Jessica Lisbeth Torres Calvo, 25 para Cruz García Domínguez, Miguel Enrique Girón Velázquez y Yasmany Crespo Hernández, y para Yoirdan Revolta Leyva, 22 años.
Otros seis manifestantes tienen peticiones fiscales con penas de 18 años y de 15 años para otros cuatro. Todos están acusados del delito de "sedición".
Según las conclusiones provisionales del órgano acusatorio, a las que el medio tuvo acceso, los encausados se manifestaron de forma violenta en la tarde del 11 de julio frente a instituciones estatales, como los gobiernos provincial y municipal, el Ministerio del Interior y el Comité Provincial del Partido Comunista en la ciudad de Holguín, con el propósito de "alterar el orden social socialista consagrado en la Constitución de la República de Cuba".
Según los documentos, tenían la intención de "desestabilizar el proceso revolucionario y procurar la ruptura del orden y la tranquilidad ciudadana" y "fueron convocados por algunos líderes contrarrevolucionarios de Cuba y el exterior no identificados en el proceso investigativo", reza el documento que agrega que vociferaron improperios "contra los dirigentes del Estado y el Partido Comunista de Cuba".
"Mentira. Mi esposo sí tiene amistades en Estados Unidos, pero son amigos que se criaron juntos desde que nacieron y se fueron del país. Es una enorme injusticia. Le ponen también ahí que es un vago cuando lleva 12 años ejerciendo la soldadura, es un herrero. Mantiene una familia que somos cinco, nuestros hijos de tres, cinco y 13 años. Es un hombre bueno y están acabando con una familia", lamentó Rodríguez Sánchez.
Miguel Girón Labrada, padre del joven Miguel Enrique Girón Velázquez, con petición fiscal de 25 años de cárcel y actualmente bajo prisión domiciliaria, denunció en un video realizado por Palenque Visión y publicado por Cubanet, que "es algo que no tiene sentido, que es antihumano, antiético, antiprofesional, antijurídico, anti todo".
Según el hombre, su hijo participó en las protestas del 11J en Holguín "sin que nadie le ordenara, por decisión propia, sin que nadie le pagara un dólar".
"Necesito denunciar la injusticia que se está cometiendo, en un país desgraciadamente oprimido, donde gobierna un grupo de elite que no quiere soltar las riendas y está haciendo todo lo posible y lo imposible por mantenerse en el poder", dijo el padre.
Para Girón Labrada, su hijo y los miles de jóvenes que participaron en las protestas "solo piden una cosa: libertad para ese país, poder comprar en las tiendas en MLC que han inventado ellos y que no son para el pueblo".
"Estoy pidiendo apoyo para mi hijo, para que no quede impune este acto tan vil que quieren cometer no solamente con él. Pido apoyo de la opinión pública, del organismo que sea que esté del lado de la justicia y la verdad y que quiera un mejor futuro para mi país", concluyó.
Denuncia de golpiza y negación de atención médica a sacerdote Yoruba preso por el 11J
El prisionero político Loreto Hernández García, vicepresidente de la Asociación Yorubas Libres de Cuba, quien padece hipertensión y diabetes, no recibe la debida atención médica en la prisión de Guamajal, en Villa Clara, denunció su hermano, el opositor y exprisionero político, Jorge Luis Pérez García, conocido como Antúnez.
Antúnez dijo desde Miami a Radio Televisión Martí que el sacerdote Yoruba también fue brutalmente golpeado por un oficial de la prisión.
"Los militares se niegan a medirle los niveles de glucosa y de tensión arterial", siendo la diabetes y la hipertensión enfermedades consideradas de "alto riesgo" por los especialistas médicos.
Antúnez dijo que, según su hermano, "las pocas veces que le han dado las pastillas, prácticamente se las tiran y le dicen: 'confórmate con eso'".
En su denuncia, Antúnez afirmó que "la provocación (contra su hermano) llegó a su clímax hace dos días, cuando un oficial, nombrado 'Carlitos', se personó en su celda y le dijo 'que no creía en opositores y menos en santeros', que para él era la Revolución, y 'su único santo era Fidel', a lo que Loreto respondió:
"Si tú no crees en opositores, yo tampoco creo en comunistas; si para ti Dios es Fidel, para mí, Dios son mis Santos", a lo cual, el oficial respondió abriendo la reja y entrando a la celda para propinarle una brutal paliza al prisionero, según el relato de Antúnez.
Tras golpearlo, el oficial esposó al reo, conduciéndolo por un pasillo hasta llegar a unas escaleras, desde donde lanzó a Loreto Hernández.
Antúnez dijo que su hermano no sufrió fractura de huesos, pero sí una lesión "muy seria" en la rodilla y, "según cuentan sus hijos, Loreto Hernández García se siente fuerte espiritualmente", pero "ha perdido más de veinte libras de peso", concluyó Antúnez.
Loreto Hernández García enfrenta una condena de ocho años de privación de libertad por los supuestos delitos de "desórdenes públicos y desacato", según la petición fiscal.
