El activista cubano Francisco Rangel Manzano, en prisión provisional en Matanzas, acusado de los supuestos delitos de desorden público y desacato por intentar participar en las protestas del pasado 11 de julio en Colón, "está firme en sus ideas" y negado a defensa en un juicio aún fecha.
"Está delgado, no porque no se alimente, porque incluso se come esa comida pésima del penal, más las cosas que yo le puedo llevar en la famosa jaba", dijo a DIARIO DE CUBA Regla Burunate, esposa del opositor, miembro del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel.
"No obstante, él está firme en sus ideas. No quiere abogado que lo defienda. Dice que sin haberlo realizado su juicio ya está hecho", contó Burunate tras la segunda visita familiar y conyugal que realiza tras más de tres meses de prisión del activista.
"Mi esposo se manifestó el 11 de julio, pero no llegó ni a la esquina porque enseguida se lo llevaron", recordó.
"Hoy se encuentra preso injustamente. Si se hubiera llegado a manifestar es nuestro derecho hacerlo, pero ni siquiera pudo hacerlo porque enseguida lo recogieron", reiteró.
"Está fuerte, en sus ideas, porque mi esposo tiene una cardiopatía, los medicamentos se los tuve que llevar yo, porque la mayoría faltan en prisión", dijo.
Por la misma causa de Rangel Manzano el régimen ha procesado también a los activistas Leylandis Puentes Vargas y Tania Echevarría Menéndez y a los ciudadanos cubanos César Adriam Delgado Correa y Raúl Santana López, sin vínculos con organizaciones de derechos humanos o filiación política.
La Fiscalía Provincial de Matanzas pidió condenas de siete años de privación de libertad para Rangel y Echevarría, y ocho para Puentes. Los tres están acusados de los presuntos delitos de "desórdenes públicos y desacato".
Para Delgado Correa, la Fiscalía pide siete años por los mismos delitos y, para Santana López, diez años por "desórdenes públicos, desacato y atentado".
Abogados consultados por DIARIO DE CUBA observaron violaciones tanto del órgano de instrucción y la Fiscalía como del tribunal en este caso.
Un total de 47 opositores cubanos fueron detenidos durante y después de las protestas del 11 de julio en pueblos y ciudades de la Isla. En la cifra, documentada por el centro de asesoría legal Cubalex, no están incluidas otras figuras contestarias como periodistas independientes, artistas e intelectuales, que también han sido registrados, pero bajo otras categorías. Es el caso de Luis Manuel Otero Alcántara y de otros miembros del Movimiento San Isidro y el 27N. Así, el número total de activistas superó los 71.
Muchos de los detenidos, miembros de organizaciones opositoras muy activas y visibles dentro de la Isla, continúan presos, algunos permanecen casi incomunicados, como es caso de José Daniel Ferrer. El régimen ha aprovechado el estallido social para encerrar a voces incómodas reconocidas y a otras contenerlas con medidas de reclusión domiciliaria.
