La Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) reafirmó su "compromiso con los principios sustentados en la democracia liberal como sistema político, el respeto por las libertades civiles, el mercado con un alto nivel de justicia social y enmarcado en un estado de derecho que garantice el respeto a los derechos fundamentales de cada cubano, en una declaración en la que denunció "la peor crisis" que sufre la Isla en estos momentos.
"La ASIC ha denunciado las sistemáticas violaciones de los derechos humanos y laborales perpetrados por el Gobierno cubano durante años. Nuestro objetivo es el desarrollo de un sindicalismo libre sin ataduras a gobiernos y partidos políticos que impidan la verdadera defensa de los intereses de los trabajadores, como ocurre actualmente con la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), convertida en una dependencia del Partido Comunista de Cuba (PCC)", señaló.
Para la ASIC, "el modelo de sociedad impuesto a través del terror, primero bajo el liderazgo de Fidel Castro y posteriormente mantenido por sus familiares y asociados, está sumido en una crisis existencial debido a su incapacidad para crear las riquezas necesarias que permitan el pueblo cubano satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, salud, educación y vivienda".
"Cuba fue militarizada para poder controlar fácilmente a todos los estratos sociales. El país se ha convertido en un gigantesco cuartel, con una férrea disciplina, que penaliza el mínimo atisbo de creatividad individual", condenó.
"El objetivo real de la llamada 'Tarea Ordenamiento' es el aumento del control gubernamental y el mantenimiento de la dependencia de los trabajadores al Gobierno. Cualquier intento de independencia económica ha sido sofocado por el oficialismo, ya que conlleva a una pérdida de su poder absoluto sobre la vida de los cubanos. Esta metodología totalitaria del castrismo ha producido un modelo socio económico ineficiente y corrupto", añadió.
La organización sindical denunció que "un país con tierra y clima propicio para el desarrollo de la agricultura no puede alimentar a la gran mayoría de su pueblo".
"La azucarera del mundo, como se catalogaba a Cuba hasta mediados del siglo pasado en cuanto a la producción de azúcar de caña y sus derivados, este año produjo el mismo volumen de toneladas que las obtenidas en 1902, año en que comenzaba la reconstrucción económica luego de la sangrienta Guerra de Independencia", ejemplificó.
La declaración recordó que "en los últimos años la ASIC ha denunciado ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las violaciones de derechos fundamentales y convenios que (el Gobierno de) Cuba ha suscrito con esa entidad" y que el "Comité de Libertad Sindical (CLS) de la OIT ha publicado las denuncias de la ASIC, en repetidas ocasiones bajo el Caso 3271, y el máximo organismo de la OIT, el Consejo de Administración, ha aprobado las recomendaciones del Comité al Gobierno cubano para que cese la represión contra los sindicalistas independientes y el libre funcionamiento de ASIC como una organización sindical que lucha por los derechos de los obreros cubanos".
También recordó que "confederaciones sindicales en las Américas y Europa también le han pedido al Gobierno cubano que cese su persecución a los miembros de la ASIC y permita la libre organización de sindicatos fuera del control gubernamental".
Según el texto, la ASIC ha estado en contacto con miembros del Parlamento Europeo para informarles de las sistemáticas violaciones de los derechos humanos y laborales, así como de las actividades antisindicales del Gobierno cubano.
"Nuestro objetivo es la inclusión de una 'cláusula democrática' en el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación que la Unión Europea firmó con Cuba en diciembre de 2016. Los acuerdos de asociación en vigor entre la Unión Europea y los países de nuestra aérea geográfica ponen énfasis en el fortalecimiento de las instituciones democráticas, los derechos humanos, el desarrollo sostenible y un buen gobierno enmarcado en un estado de derecho. El acuerdo Unión Europea-Cuba omite muchos de esos elementos. El pueblo cubano no debe ser discriminado y debe gozar del mismo tipo de relaciones políticas, económicas y sociales que los países de la América Latina y el Caribe han definido en sus acuerdos y tratados con las naciones que integran el bloque comunitario", alertó.
"Paso a paso y de una manera cada vez más frontal y sostenida los cubanos estamos decididos a zafarnos las cadenas que nos impusieron hace más de medio siglo. La reacción del gobierno y sus órganos de seguridad ha sido, como de costumbre, el uso indiscriminado de la fuerza. Solo conocen un método para imponer su voluntad: la represión indiscriminada", añadieron los sindicalistas independientes.
Lamentaron que, "al mismo tiempo, nuestro pueblo enfrenta la pandemia sin los recursos materiales requeridos para de forma efectiva combatir ese mal que azota a la humanidad". En tal sentido, denunciaron que "esos recursos se desviaron hacia la construcción de hoteles, cuyos dueños son las Fuerzas Armadas y también para la adquisición de materiales bélicos con los que practican el terrorismo de Estado hacia los manifestantes pacíficos que han demostrado su inconformidad con el estado desastroso del sistema basado en la ortodoxia marxista-leninista".
"Diariamente nuestros miembros son mantenidos bajo estricta vigilancia, impidiéndoles la libertad de movimiento y en consecuencia, la imposibilidad de realizar sus actividades. Estas acciones gubernamentales han sido denunciadas desde hace tiempo en diversos organismos internacionales, pero luego de las manifestaciones del 11 y 12 de julio la Seguridad del Estado ha incrementado la persecución, hostigamiento y amenazas contra nosotros", sostuvieron.
"El pueblo de Cuba necesita de una firme y amplia solidaridad mundial para lograr las transformaciones necesarias de la sociedad cubana. Si no se realizan con premura nos convertiremos en un estado fallido", concluyó la ASIC.