Entre los más de 500 cubanos detenidos por el régimen después de las protestas del 11 de julio —según reportes recogidos por el Centro de Información Legal Cubalex—, se encuentra Osmany Rojas Flores, de 38 años, a quien pude ver en primera fila en la manifestación que intentaba llevar a la Plaza de la Revolución.
Cuando las tropas especiales comenzaron a embestir a los manifestantes, Rojas fue atacado por militares y golpeado con tonfas. DIARIO DE CUBA logró contactar con su madre, Teresa Flores, quien explicó la situación actual de su hijo.
Rojas se encuentra detenido en el centro de procesamiento penal conocido como Vivac. "El lunes 19 de julio me llamó y me dijo que es el expediente número 45 y que está bajo investigación", contó la madre.
Tras las portestas, Flores no pudo comunicarse con su hijo hasta el 13 de julio. "Estuve buscándolo todo el lunes y el martes. Cuando fui al DTI (Departamento Técnico de Investigaciones) de Acosta me bajaron unos listados de la gente que estaba en el Cotorro, y da la casualidad que saliendo de Acosta me llama él. Me explicó que estaba preso en el Vivac y que fuera al otro día. Me dijo que estaba bien, que no le habían dado golpes" en la prisión.
Según Flores, su hijo le ha dicho que "lo han interrogado como cinco veces y que uno de los instructores se puso de mal carácter. Decía que el fiscal estaba hablando con él y le decían que mi hijo había participado y dado golpes. Osmany alega que estaba gritando sus ideas y su forma de pensar, pero más nada. Dice que el fiscal le dijo que era buen atenuante, pero que seguía bajo investigación".
"El 19 de julio fue la última vez que hable con él. Le llevé ropa. Como es tan grande, no hay uniforme para su talla. Entonces, me dijeron que podía llevarle ropa de civil, porque estaba con el mismo short del día de la protesta, que hasta roto estaba. También le llevé una máquina para que se afeitara. A uno de los shorts que le llevé le quitaron el cordón, dicen que por precaución".
Los medios oficiales de prensa han intentado desmentir las acusaciones de ciudadanos que afirman que el Gobierno no está prestando información sobre la situación legal de los detenidos. Teresa Flores, que hasta el momento no ha podido ver en persona a su hijo, se queja de que le dan información limitada. "Un día salió una muchacha a la puerta y nos dijo que estaban bien y que la comida estaba buena, aunque aclaró que no estaban en su casa".
"Mi hijo se había ido el sábado 10 de julio a casa de una amiga y pensaba regresar el domingo pues tenía en casa a su niñito de ocho años, que yo se lo cuido", relata Flores. "Él dice que vio a la gente y continuo detrás de la masa pues él tiene sus ideas".
Osmany Rojas Flores es graduado de Cultura Física y además estudió para trabajador social. "Mi hijo no es ningún delincuente. Él ha estudiado. Cuando vio cómo eran las cosas en el trabajo social, donde todo era una mentira, decidió irse. Dijo 'no voy a trabajar en esto porque yo no voy a estar engañando a la gente y ofreciendo esperanzas que no tengo en mis manos cumplir'", afirma su madre.
Antes de la pandemia "Osmany estaba creando un área deportiva en Santa Fe, Playa. Comenzando la contrata en Santa Fe comenzó la Covid. Cuando la reapertura para volver a la normalidad, él ya había chapeado todo en esa área. Todo eso lo hacía por sus medios. Él buscó los tractores para chapear, pero al llegar este rebrote no pudo seguir", comentó su madre.
En los países más prósperos del mundo como Suecia por ejemplo es impensable que se condene a cualquier persona por cualquier tipo de protesta. Esto contrasta enormemente con el supuesto humanismo y amor que Cuba promueve.