El preso político cubano Mitzael Díaz Paseiro habría sido trasladado desde la prisión de Guamajal a La Pendiente, ambas en Villa Clara y de máximo rigor, a menos de 15 días de que cumpla su sanción de privación de libertad.
De acuerdo con su esposa, la activista Arianna López Roque, el traslado se produjo el pasado 30 de abril.
"Es extremadamente sospechoso este traslado y por eso quiero hacer una alerta a la opinión pública nacional e internacional. A Mitzael le faltan apenas 15 días para cumplir la totalidad de su injusta condena de tres años y seis meses y debe estar de regreso con su familia y hermanos de lucha el 19 de mayo", denunció López Roque en una grabación.
"Por eso pido estar alerta, pues no sabemos el plan maquiavélico que puede estar forjando la dictadura en su contra", dijo.
Díaz Paseiro, agregó su esposa, "ha sufrido toda la represión, el hostigamiento, los golpes, la saña enfermiza de la dictadura en su contra por mantenerse firme, por negarse a formar parte del mal llamado plan de reeducación que se aplica en las cárceles de Cuba".
López Roque aseguró que a su pareja se le ha negado en la cárcel la atención médica para sus padecimientos cardiovasculares, así como la asistencia religiosa. Asimismo, habría padecido largos periodos privado de contacto con su familia.
"Alertamos que la dictadura quiera fabricar un nuevo delito para extender su condena", finalizó la denuncia.
En marzo pasado, López Roque hizo saber que Mitzael Díaz Paseiro había sido golpeado y trasladado a régimen especial en la prisión de Guamajal.
En un video difundido por la organización Cuban Prisoners Defenders (CPD), la activista aseguró que la razón por la que el prisionero resultó castigado así fue por "poner en su cama un cartel que decía Patria y Vida".
Díaz Paseiro es uno de los siete presos políticos cuya liberación reclamó en junio pasado el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de las Naciones Unidas, tras ser incluido en la lista de Cuban Prisoners Defenders (CPD).
El activista fue a prisión en 2017, acusado por el presunto delito de peligrosidad predelictiva, que el régimen utiliza para encarcelar a sus críticos.
Su juicio se realizó a puertas cerradas, sin que le permitieran un abogado defensor. Según los pocos familiares que pudieron asistir, el proceso estuvo militarizado. En agosto de 2019 fue declarado prisionero de conciencia por Amnistía Internacional.
¡¡PRESO POLÍTICO!! No charlatán. CUATRO años en prisión.