Inés Casal, madre de uno de los miembros del grupo 27N, hizo una carta pública para pedirle al Gobierno cubano que cese el "asesinato mediático de personas que solo cometen el 'delito' de pensar diferente... y decirlo".
"Desde el 27 de noviembre del pasado año, mi corazón no tiene sosiego. Ese día, mi hijo Julio César Llópiz Casal y un grupo de jóvenes cubanos, estuvieron esperando ser atendidos por el Ministro de Cultura para presentarle sus preocupaciones, por más de 12 horas. Finalmente, en la madrugada del 28, un grupo de 30 fue autorizado a entrar al ministerio a dialogar con el viceministro y otros funcionarios, 'en un ambiente de respeto y entre revolucionarios', como declaró ante la televisión cubana el propio Fernando Rojas, en la noche del 28 de noviembre", dijo Casal.
Casal reseñó en su carta publicada en Facebook que desde entonces "se ha desatado una campaña de infamias contra esos cubanos, en todos los medios de comunicación oficiales (los únicos autorizados) del país, en una escalada sin freno, ni medida".
En su carta, Casal se dirigió al Gobierno cubano: "les ruego que detengan este asesinato mediático de personas que solo cometen el "delito" de pensar diferente... y decirlo. Es la responsabilidad que les corresponde". Casal pidió a los "periodistas y voceros que se prestan para esta farsa" que "hagan correcta y éticamente su trabajo (no creo que deba decirles cómo, porque lo deben saber, al menos teóricamente) y no sigan hundiéndose en la ignominia y la cobardía".
Casal pidió "a los cubanos que, honestamente, tienen fe ciega o confianza absoluta en la 'Revolución' que busquen información, por todas las vías posibles, de quién es mi hijo, de quiénes son las personas a las que hoy se acusan de mercenarios y traidores a la patria. Recuerden que "'el conocimiento es la virtud'".
"A los que, desde su atalaya de confort, no quieren 'darle señales equivocadas al enemigo': pongan la mano sobre su corazón y pregúntense en secreto si es realmente ese pensamiento el que los guía en estos momentos. A todas las madres cubanas que hoy se encuentran en alguna situación similar a la mía: desde cualquier lugar en donde nos encontremos, no nos quedemos calladas. Que no tengamos que decir alguna vez: 'Tendríamos que haber gritado'", afirmó.
Casal recordó las palabras de Fernando Rojas en la televisión estatal el 28 de noviembre de 2020: "Nosotros no vamos a darles legitimidad a los que con apoyo del Gobierno de Estados Unidos quieren dañar a este país, y quieren dañar su tranquilidad, y no deja de ser sintomático que esto sea en el momento en que un Gobierno estadounidense que ha hecho lo peor que se puede hacer contra el pueblo de este país está terminando su mandato. No parece gratuito que eso sea así. No lo puedo afirmar, pero tengo todo el derecho a tener esa opinión".
"Lo he dicho y lo repetiré hasta mi último aliento: mi hijo no es terrorista; mi hijo no busca desestabilizar al sistema y, mucho menos, incitar a un levantamiento popular; mi hijo no está manipulado, dirigido, pagado por ningún gobierno extranjero, por ninguna organización, por ningún medio de prensa; mi hijo no es un delincuente, es un artista cubano que trabaja en Cuba, por Cuba y para Cuba; mi hijo dice lo que piensa en cualquier lugar y circunstancia; mi hijo es un hombre bueno", afirmó Casal.
"José Martí, ese 'misterio' que me ha acompañado desde que tengo uso de razón, escribió el 1 de enero de 1891: 'Los pueblos han de tener una picota para quienes les azuzan a odios inútiles; y otra para quien no les dice a tiempo la verdad' ¡Esta es hoy mi picota!", concluyó.
Inés Casal dijo en la carta que tenía en el corazón "a las miles de madres cubanas que han sufrido o sufren, muchas veces de forma anónima, los crímenes e injusticias cometidas con sus hijos: Mariana Grajales, Leonor Pérez, Salustina Benítez, Esther Montes de Oca, Rosario García, Joaquina Cuadrado, Lina Ruz, Reina Tamayo, Ramona Copello y Carmen Nordelo".
En diciembre de 2020, Inés Casal dirigió una carta al viceministro Fernando Rojas en la que señaló que "el circo mediático puede llegar a consecuencias inimaginables y terribles".
Solo en las últimas semanas, el vocero del régimen Humberto López amenazó a los miembros del 27N con la aplicación del Artículo 4 de la Constitución que pide "las más severas sanciones" para quienes "traicionen a la patria" y justifica "la lucha armada, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico" impuesto en Cuba.
La televisión estatal cubana también pidió juicios contra los activistas del 27N y el Movimiento San Isidro. López tildó a los activistas de "delincuentes", "mercenarios" y "contrarrevolucionarios".