Jorge Ernesto Pérez García, condenado a un año de privación de libertad por usar su teléfono celular para grabar y subir a las redes sociales las acciones del grupo Clandestinos, se ha declarado en huelga de hambre en el Combinado del Este demandando su excarcelación.
Así informó Mercedes García, madre del acusado, en un audio enviado a DIARIO DE CUBA.
"Me acabo de enterar que mi hijo se plantó en una huelga de hambre porque él está hace un año y tres meses injustamente en el Combinado", dijo la mujer.
"Si él tiene ya su libertad no tiene por qué estar ahí. Se siente que están haciendo una injusticia con él", dijo.
Pérez García está detenido desde el 6 de enero de 2020. A finales de ese mes el régimen lo presentó en la prensa oficial junto a Panter Rodríguez Baró y Yoel Prieto Tamayo como presuntos miembros del grupo incógnito que bañó de sangre bustos de José Martí y llamó a actuar contra la "dictadura" desde las redes sociales.
Los tres fueron acusados formalmente por la Fiscalía municipal de Plaza de la Revolución de los delitos de "difamación de las instituciones y organizaciones y de los héroes y mártires de carácter continuado" y "daños a bienes del patrimonio cultural", según la petición fiscal, a la que DIARIO DE CUBA tuvo acceso.
"Pérez García tiene una salud no muy buena. Tiene un padecimiento, tiene un stent en el corazón. Mi preocupación mayor es su salud, porque padece de la presión alta", dijo Mercedes García.
"Como madre necesito saber cómo va a estar, en qué condiciones, su salud es la que más me preocupa. Si ha hecho esta huelga sus motivos tendrá", añadió.
En enero de este año el Tribunal Provincial Popular de La Habana informó sobre el juicio oral y público contra Rodríguez Baró, Prieto Tamayo y Pérez García, que se celebró el 21 de diciembre de 2020.
Según la nota, en el juicio se dio por probado que los tres acusados compraron seis piedras de cocaína con parte del dinero recibido por una ciudadana residente en Estados Unidos a cambio de "la realización de los eventos delictivos".
También señaló que uno de los bustos manchados con sangre de cerdo por Rodríguez, Prieto y Pérez, específicamente el que se encuentra en la sede de la revista Bohemia, es considerado "patrimonio cultural de la nación cubana".
Por tales hechos, Panter Rodríguez fue condenado a una sanción conjunta de 15 años de privación de libertad, y como sanción accesoria a "reparar el daño material causado, en correspondencia con el valor del bien afectado". Prieto, por su parte, fue sancionado a nueve años de prisión.
Ernesto Pérez García, por su parte, fue condenado a un año de privación de libertad, que ya habría cumplido en enero de este año. También pesa sobre él la sanción accesoria de reparación.
Según el testimonio de la madre de Pérez, su hijo está a la espera del resultado de una apelación de la Fiscalía a la sentencia dictada por el Tribunal Provincial Popular de La Habana.
Otro que está a la espera de resolución de apelación es Panter Rodríguez Baró. Su abogado defensor presentó ante la Sala Sexta del Tribunal Provincial de La Habana un recurso de apelación contra la condena de 15 años impuesta a su cliente, según informó a DIARIO DE CUBA Esther Baró, la madre del preso.