La directora para las Américas de Amnistía Internacional (AI), Erika Guevara-Rosas, y el director ejecutivo para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, condenaron la criminalización de la prensa independiente en Cuba, esta vez por ataques a la periodista Yoani Sánchez.
"Repugnantes los ataques en contra de la periodista @yoanisanchez por parte del régimen de @DiazCanelB y su aparato propagandístico", escribió Guevara-Rosas en su cuenta en la red social Twitter.
Para la directiva de AI, "esta violencia de género tiene la intención de intimidar y silenciar; pero la valentía y profesionalismo de Yoani están muy por encima de ese odio", añadió.
Por su parte, Vivanco expresó su "solidaridad y apoyo" a la periodista "ante esta nueva campaña de odio y desprestigio del régimen cubano".
"¡Cuánto miedo le tiene la dictadura cubana al periodismo independiente!", concluyó.
Yoani Sánchez denunció ataques de dos funcionarios del Gobierno cubano.
"Quiero advertir que hago responsable a Mayra Arevich, presidenta ejecutiva del monopolio estatal de telecomunicaciones ETECSA, por cualquier daño que suframos mi familia o yo a partir de la difusión de este mensaje de odio y misoginia en mi contra", escribió Sánchez en sus redes sociales.
La periodista acompañó su publicación de imágenes del tuit de Arevich, así como de Ernesto Gómez Novoa, segundo jefe de la Aduana General de la República de Cuba, en el departamento de Control Mercantil, con palabras ofensivas.
Arevich calificó como "gentuza" a Sánchez, una de las impulsoras de la campaña #BajenLosPreciosDeInternet. Esta iniciativa pide desde las redes sociales que ETECSA reduzca los precios de la navegación, que continúan siendo prohibitivos para la mayoría de los cubanos.
"El descaro de Yoani FJB, o sea Fea, Jinetera y Bandolera, no tiene límites. Probado que su cuenta en Twitter es un fraude total, 50.000 de sus seguidores son cuentas fantasma o inactivas para hacer ver que es popular. #SomosCuba, no títeres del imperio", escribió por su parte Gómez Novoa.
Los medios oficiales cubanos llevan adelante hace meses una feroz guerra contra artistas, periodistas independientes y otras voces que piden cambios, a raíz de los sucesos con el Movimiento San Isidro y la manifestación espontánea de decenas de personas frente al Ministerio de Cultura el pasado 27 de noviembre.
