Unos 165 profesionales del arte y la literatura cubanos han enviado una carta a las autoridades de la cultura cubana en la que expresan su alarma por "la situación crítica que se ha creado alrededor de varios miembros del Movimiento San Isidro" y apelan a su intermediación ante el Ministerio del Interior para su solución.
La misiva está dirigida al ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau; a la presidenta del Consejo Nacional de Artes Plásticas, Norma Rodríguez Derivet; al presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Luis Morlote Rivas; al director del Museo Nacional de Bellas Artes, Jorge Fernández Torres, y a Abel Prieto, presidente de la Casa de las Américas.
"Como artistas e intelectuales, profesionales del arte y la literatura de Cuba, hemos estado observando con creciente alarma la situación crítica que se ha creado alrededor de varios miembros del Movimiento San Isidro. El origen de esta crisis se debe principalmente a los métodos coercitivos utilizados por los órganos de la Seguridad del Estado para impedir una lectura de poesía en la casa del artista Luis Manuel Otero Alcántara, convocada en solidaridad con el rapero Denis Solís", señala la misiva.
"En los últimos días, estos métodos han escalado desde detenciones arbitrarias, cerco de la sede del movimiento en La Habana Vieja, con el fin de cortar el acceso de las personas a la vivienda ubicada en Damas 955; hasta medidas mucho más agresivas como, por ejemplo, la de impedir que se les entregara alimentos a los miembros del Movimiento San Isidro, e incluso episodios que incluyen preocupantes actos de violencia", recuerda.
"Todo ello ha desencadenado una situación extrema en la que, en respuesta a este hostigamiento, varios artistas y activistas se han declarado en huelga de hambre y, en algunos casos, de hambre y sed", precisa el texto firmado, entre otros, por Legna Rodríguez, Lázaro Saavedra, Hamlet Lavastida, Miguel Coyula, Carlos Manuel Álvarez, entre otros.
La carta sostiene que "independientemente de que las instituciones oficiales cubanas quieran o no reconocerlo, el Movimiento San Isidro es un proyecto comunitario de arte independiente" y sus suscriptores lo consideran "un actor importante y legítimo de la esfera cultural cubana".
"Entre las víctimas involucradas en esta crisis hay colegas, artistas, escritores, curadores: gente muy joven y talentosa que, a pesar de su edad, ha producido un trabajo relevante y a quienes consideramos miembros orgánicos de nuestra comunidad intelectual", agregan.
Para los artistas e intelectuales cubanos que firman la misiva, "esta es una crisis en el sector de la cultura, por lo que el Ministerio de Cultura debería asumir su responsabilidad e intentar mediar ante el Ministerio del Interior para su resolución. La salud de estos jóvenes debería ser la preocupación fundamental".
"Como artistas, escritores, curadores, críticos, intelectuales y miembros del gremio cultural cubano en general, pedimos al Ministerio de Cultura que dialogue con los huelguistas asediados en Damas 955, con el fin de encontrar una solución favorable y positiva que resuelva esta encrucijada sin que tengamos que lamentar una desgracia", piden.
"Resulta terrible que los artistas cubanos se malogren en estos forcejeos con las fuerzas del orden, cuando lo que el país necesita es que las instituciones se abran a la diversidad de nuestra sociedad civil, y que se respete y apoye toda iniciativa artística producida en Cuba", apuntan.
Los firmantes aclaran que "esta demanda se suscribe a un reclamo mayor: el del respeto a la libertad de creación".
"El posicionamiento del Estado Cubano y el Ministerio de Cultura debería ser de tolerancia y respeto; de lo contrario, otras crisis de este tipo pudieran seguirse presentando con consecuencias cada vez más negativas", advierten.
"La cultura no es peligrosa, no es un arma: es la expresión del pensamiento y de los intereses de una comunidad diversa y trasciende a las síntesis ideológicas en que cualquier forma de poder quiera enmarcarla", sostienen.
"Abogamos por una sociedad más abierta, en la que los funcionarios e instituciones de la cultura (y del gobierno, en general) participen de una ética de la democracia, apegada a la tolerancia, el civismo y el respeto al Otro. Rechazamos la discriminación, la deshumanización y las técnicas represivas que se vienen utilizando para resolver problemas civiles", concluyen.
Durante los últimos días, la Seguridad del Estado y la prensa oficial cubana han lanzado una campaña de desprestigio contra Denis Solís y el Movimiento San Isidro (MSI), a quienes intentan acusar de terrorismo.
A esta se han sumado numerosas figuras del oficialismo cubano, entre ellas autoridades de la Cultura cubana como Abel Prieto, quien calificó a Solís como un "marginal disfrazado" de artista por los enemigos del régimen.
Cómo si fueran entidades independientes! El MININT es el Gobierno y el Gobierno es el MININT . Una serpiente de dos cabezas. En vez de pedir mediación, lo que deberían es unirse.