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SOCIEDAD

Activistas cubanos piden al Gobierno permitir el debate sobre el racismo y la discriminación en el país

El Comité Ciudadanos por la Integración Racial denuncia la manipulación de funcionarios que 'afirman que parte de la batalla cubana contra el racismo está en el eje de la subversión política de EEUU'.

La Habana
Denis Solís, Aimara Nieto y Silverio Portal, afrodescendientes presos en Cuba.
Denis Solís, Aimara Nieto y Silverio Portal, afrodescendientes presos en Cuba. Facebook de los activistas

El Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR) pidió este jueves a Miguel Díaz-Canel y al Gobierno cumplir con el anunciado Programa nacional contra el racismo y la discriminación, permitir un debate con todos sobre estos temas medulares para la ciudadanía en Cuba y acabar con la criminalización del activismo antirracista.

"Hoy 19 de noviembre de 2020 hace un año que (...) Díaz Canel anunció ante el Consejo de Ministro la implementación de un Programa de Gobierno para enfrentar el racismo y la discriminación, el cual se desconoce y donde un inmenso segmento de la ciudadanía comprometida cívicamente y en particular la esfera pública afrodescendiente le preocupa el silencio de las autoridades con relación a la discusión de la problemática racial y sobre todo la indiferencia con lo que está sucediendo con los negr@s en Cuba", comienza el comunicado enviado a la redacción de DIARIO DE CUBA.

La declaración apunta que "apenas trasparenta las acciones implementadas por dicho programa" un artículo publicado este martes en el periódico estatal Granma, 'Contra el racismo y la discriminación, un año después' del periodista Pedro de la Hoz, presidente de la Comisión cubana contra el racismo y la discriminación racial José Antonio Aponte de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

El CIR lamenta que el debate sobre el racismo y la discriminación racial en Cuba esté "al final de la fila" para el Gobierno, por detrás de otros programas económicos, sociales y políticos. La sociedad civil reclama que el programa anunciado se haga con transparencia y urgencia, pero de momento "no hay una respuesta clara" a una problemática con matiz económico porque habla sobre "la dominación y el poder".

"La lucha contra el racismo y la discriminación racial se traducen en derecho y dignidad. La estrategia utilizada por la revolución cubana desde su etapa fundacional para erradicar los problemas derivados del binomio raza y desigualdad no han sido suficiente. Los escenarios de la pobreza y la reconfiguración de las desigualdades hoy saltan a la vista donde continúan siendo los afrodescendientes los más representados", afirma el comunicado. 

Al CIR le preocupa que en los últimos años los debates académicos sobre la problemática racial cubana no lleguen a la población afectada con un mensaje claro, se continúe con sospechas desde el poder político en Cuba de las propuestas que salen de la sociedad civil y la ausencia del antirracismo en la educación de la Isla.

"Uno de los pilares más orquestados por el Estado es la educación, desde la pedagogía revolucionaria los cubanos y cubanas no hemos aprendido a ser antirracistas pues la ausencia del antirracismo en el sistema curricular, 62 años después del triunfo revolucionario es visible (...) Administrar el abordaje de la cuestión racial cubana mediante comisiones o fundaciones subordinadas a los intereses políticos del Partido Comunista de Cuba no ha generado resultado positivo alguno", reseña.

El CIR denuncia "la criminalización del activismo antirracista marcado por fantasmas ideológico, la manipulación por parte de agente del Estado y comisarios culturales cuando afirman abiertamente que la contrarrevolución hoy en la Isla está marcada por un liderazgo negro". 

En el comunicado hablan directamente de activistas afrodescendientes presos injustamente como Aimara Nieto Muñoz, Martha Sánchez González, Keilylly de la Mora Valle, Silverio Portal Contreras y Denis Solís del Movimiento San Isidro. También refiere la violencia física y emocional contra "Bertha Soler, líder del movimiento Damas de Blanco y algunas de sus integrantes como Celina Osorio Claro, Gladis Capote Roque, Micaela Roll Gilber (y) Yakelin Heredia Morales".

"La reciente agresión contra el CIR por parte del Departamento de Enfrentamiento de la Seguridad del Estado es parte del odio visceral que sienten a quienes hemos animado durante años el debate racial en todos los escenarios posibles. Es alarmante el desamparo legal en el que se encuentran las organizaciones de la sociedad civil, lo que permite y da lugar al uso de la fuerza y a la manipulación del debate del tema racial cuando el Gobierno cubano, tanto en la agenda doméstica e internacional, afirma que parte de la batalla cubana contra el racismo está en el eje de la subversión política de Estados Unidos contra el Estado socialista".

El CIR llama a pensar la sociedad cubana en "términos raciales (...) no se trata de estar alineados a la derecha o a la izquierda, la lucha contra el racismo y la discriminación racial es un asunto de dignidad, una cuestión de derechos humanos (...) No se puede continuar negando los efectos desgarradores que producen las prácticas racistas en la sociedad cubana, donde hay una gran responsabilidad desde el estado pues pone en riesgo el presente y futuro de un número significativo de personas. Cuba tiene que ser construida sobre la base de la igualdad y la inclusión", concluye el comunicado.

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