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REPRESIÓN

Aymara Nieto, otra voz valiente que el régimen se empeña en silenciar incluso en prisión

'No claudica, pese al castigo recrudecido en la cárcel', destacan activistas y familiares que hablaron con DIARIO DE CUBA sobre el caso de la Dama de Blanco.

La Habana
Aymara Nieto Muñoz.
Aymara Nieto Muñoz. foro por los derechos y libertades

La prisionera política Aimara Nieto Muñoz, quien cumple una sanción de cuatro años por los supuestos delitos de atentado, daño y desacato, es descrita por su esposo, Ismael Boris Reñí, como una "Mariana Grajales de estos tiempos" por su valentía y perseverancia en la causa que lleva adelante.

Boris Reñí y otros activistas conversaron con DIARIO DE CUBA sobre la situación de esta mujer, madre de dos niñas pequeñas y otra mayor, de la que también tiene nietos.

Nieto Muñoz es integrante de las Damas de Blanco y de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y fue incluida recientemente en un informe del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de las Naciones Unidas, que pidió al régimen la liberación inmediata de ella y otros seis prisioneros políticos cubanos.

Según denuncias de familiares y activistas, Nieto Muñoz se encontraba en celda de castigo y posiblemente golpeada. Así lo supieron por llamadas que hicieron otras reclusas porque ella tenía suspendida la comunicación hasta hace muy poco.

"No sabemos nada exacto de mi esposa después de una llamada que hizo coaccionada, que no podía hablar. Debido a las denuncias que hemos hecho, ellos (los funcionarios de la prisión) se vieron en la obligación de ponerla al teléfono", dijo Boris Reñí.

"Sé que sigue en celda de castigo. Eso fue lo único que me dijo tras mi pregunta. Acto seguido cortaron la llamada", añadió.

"Describir a mi esposa es describir a Mariana Grajales. Solamente por la valentía y el coraje de defender el derecho a las libertades dentro de una dictadura como esta", consideró.

"El sufrimiento de las niñas por el encarcelamiento de su madre es indescriptible, me preguntan constantemente por ella, sin poder ni siquiera escucharla en el teléfono. De la última llamada hace ya más de un mes", lamentó.

"Sin comunicación, sin contacto (…) ya hace casi seis meses que no pueden ver a su madre", añadió.

Boris Reñí no tiene esperanzas de ver a su esposa de manera inmediata. Hace más de nueve meses que no lo hace. Aunque el Gobierno ha anunciado la reactivación de las visitas a los reclusos, no hay transporte ni fechas exactas para su restablecimiento, y Aymara Nieto Muñoz se encuentra a 600 kilómetros de distancia de su residencia.

Fue traslada a la cárcel de mujeres de Manatí, Las Tunas, en marzo, desde el Guatao, en las afueras de La Habana. Esta es otra de las estrategias que utiliza el régimen para poner un castigo extra a los prisioneros políticos. 

La lejanía de la familia y los seres más allegados pretende evitar los contactos y visitas seguidas y agrega otro componente psicológico de tortura, como han señalado otros opositores que han coincidido con Nieto Muñoz.

Para Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, Aymara "es una mujer muy valiente, una mujer con dignidad y principios".

"Por segunda vez el régimen cubano la lleva a prisión solamente por promover y defender la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y por exigirle al régimen la libertad de los presos políticos", recordó en conversación con DIARIO DE CUBA.

"Por sus convicciones no se rinde, no claudica, resiste, pese a que el régimen la vuelve a llevar a prisión en una segunda ocasión", apuntó Soler. 

"Nieto tuvo que dejar al cuidado de sus padres a sus dos hijas de 8 y 11 años", lamentó.

"Por represalia a no aceptar salir del país con su familia, por no aceptar abandonar el Movimiento de las Damas de Blanco, el régimen cubano la trasladó para Las Tunas el día 11 de marzo, a más 600 kilómetros de su residencia, sin poder ver a sus hijas o a su esposo", condenó.

"El régimen ha tomado represalias además en otras dos ocasiones. No hay transporte en estos momentos por la pandemia del coronavirus y ha sido privada de los alimentos que le envía la familia", añadió.

Según Soler, activistas de la propia provincia donde se encuentra Aymara Nieto han intentado dos veces llevarle alimentos y aseo y "la Seguridad del Estado se los ha robado".

"Ni siquiera las prendas íntimas de Aymara", denunció.

"Desde el 5 de mayo no tiene comunicación telefónica con sus familiares. Por otras presas que se han comunicado sabemos que Aymara está en celda de castigo y ha sido golpeada, algo que tenemos que confirmar por supuesto con ella, cuando logre llamar y hablar", dijo Soler.

Desde la UNPACU, el líder de la organización, José Daniel Ferrer, confirmó a DIARIO DE CUBA que, el viernes, una campaña en redes sociales denunció la situación de Nieto Muñoz.

La activista Katerine Mojena definió a Nieto Muñoz como "una mujer valiente que merece todo el respeto de la UNPACU y sus activistas".

Desde Estado de Sats también se ha visibilizado el caso de esta mujer, dentro de una campaña por la libertad de los presos políticos cubanos que cada miércoles se activa en las redes sociales.

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