La prisionera política Aimara Nieto Muñoz, quien cumple una sanción de cuatro años en una cárcel de Las Tunas, a 600 kilómetros de su lugar de residencia, se encuentra en celda de castigo y ha sido golpeada, denunció a DIARIO DE CUBA su esposo el activista Ismael Boris Reñí.
Nieto Muñoz, Dama de Banco y miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), hace casi un mes que no tiene comunicación telefónica con su familia.
"El 28 de mayo me presenté junto a mi suegra en la Dirección General de Prisiones en 15 y K, donde presentamos dos quejas; la madre de Aimara presentó una 'súplica de madre' y yo presenté una solicitud de traslado de mi esposa", explicó Reñí.
"El capitán Raudel Batista, que nos atendió, nos firmó las dos cartas. Sobre la solicitud de traslado advirtió que eso se iba a demorar porque no sabían cuándo iban a reiniciar el trabajo" ante la situación actual por la pandemia en Cuba.
"Le pregunté también por la situación de Aimara, que no sabíamos su paradero desde el 5 de mayo, que nos habían informado en una llamada telefónica desde la prisión que ella se encontraba en celda de castigo", relató el esposo de la activista.
Según Reñí, en el registro, comprobado por el funcionario, Nieto Muñoz no aparecía en celda de castigo. El oficial le respondió además que, si quería saber de ella, tendría que esperar por la llamada de la prisionera. "Si no lo ha hecho es porque no quiere", le dijo.
Ismael Boris Reñí explicó que su esposa no ha llamado ninguna de las veces que tendría que haberlo hecho y no es por falta de voluntad "porque tiene una familia, esposo, dos hijas".
"Cuando le dije (al capitán Batista) que la íbamos a seguir dando por desaparecida, cogió y llamó a la prisión de Las Tunas. Se comunicó con la directora, capitana Martha, y se pusieron a conversar por teléfono", añadió el coordinador de la UNPACU en La Habana.
"Entonces me explicó que a Aimara se le había quitado el teléfono y que tenía 30 días sin llamadas telefónicas. Yo siempre le dije que no estaba conforme con esa respuesta que me daba", sostuvo.
"Le dije que no cuestionaba su trabajo, que lo que quería era saber la verdadera causa (del silencio) de Aimara Nieto Muñoz".
Reñí aseguró que ayer, 3 de junio, le hicieron una llamada desde prisión.
"Me dijeron que todavía está en celda de castigo y que fue golpeada. Fue la llamada de una reclusa asustada que no dio su nombre, pero con interés de comunicarse conmigo, que Aimara le dijo que aún estaba viva", contó.
"No sabemos otra cosa, no sabemos el estado exacto en que se encuentra. No dejan de mentir. El oficial Raudel Batista me engañó y también a mi esposa", lamentó.
Aimara Nieto Muñoz fue sentenciada en 2018 a cuatro años de cárcel por los supuestos delitos de atentado, daño y desacato. Le restan dos para cumplir la sanción.
En marzo de este año la opositora fue trasladada de la cárcel de mujeres del Guatao en las afueras de La Habana a la cárcel de Manatí, en Las Tunas. Su esposo no la ve desde hace nueve meses y sus hijas pequeñas desde hace más de cuatro meses.