La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC) ha inscrito en su lista de "represores de cuello blanco" a la viceministra primera de Educación Superior de Cuba, Carmen Mesa Valenciano, a otras cuatro personas involucradas en la expulsión de Omara Ruiz Urquiola de su puesto de profesora del Instituto Superior de Diseño Industrial (ISDI).
"La declaración de la viceministra respecto a que para ser profesor universitario hay que ser 'activista de la política revolucionaria de nuestro Partido' confirma de manera oficial la violación por Cuba del Convenio 111 de la Organización Internacional del Trabajo", señaló Juan Antonio Blanco, director ejecutivo de la FHRC, con sede en Miami.
Dicho convenio "proscribe y define la discriminación laboral como cualquier distinción, exclusión o preferencia basada en motivos de raza, color, sexo, religión, opinión política, ascendencia nacional u origen social (entre otras características) que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación", detalló Blanco.
"Este ultraje se agrega a la conocida política de que 'las universidades son para los revolucionarios', concebida para expulsar estudiantes incomodos y que viola incluso lo establecido por la actual Constitución castrista", agregó.
Los otros que entran en la lista de "represores de cuello blanco" de la FHRC son Sergio Luis Peña Martínez, rector del ISDI; Ernesto Fernández Sánchez, vicedirector Docente; Milvia Pérez Pérez, decana; y María Deborah Maura López, jefa de Departamento.
Junto a sus nombres, se incluyen en el registro sus cargos, números de carnet de identidad, direcciones y teléfonos.
"Al margen de las consecuencias personales y profesionales que su inclusión en el listado de represores pueda acarrearles de ahora en adelante, estas personas deberían meditar en el daño que se han autoinfligido al atacar y perjudicar, sin otro motivo que su propia cobardía y oportunismo, a una colega que, pese a padecer cáncer, goza de una productiva trayectoria y tiene la estima de sus alumnos", dijo Blanco.
"¿De qué les vale mantener sus cargos cuando los traficaron a cambio de su dignidad?", concluyó.