"La población cubana está abocada a un nuevo período de hambruna, similar al producido en la década de los años 90 del siglo pasado", alertó el informe semestral del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) sobre el estado de esos derechos en la Isla.
Publicado este lunes, el reporte de la organización con sede en Madrid reconoció que, dado que la "canasta básica mínima individual necesita más de 50 dólares al mes para cubrirse, de acuerdo con los precios del
mercado interno", la situación podría ir a peor.
Recordó que, "la autonomía económica de los ciudadanos sigue reducida al mínimo y los índicen de pobreza e indigencia no son publicados por el Gobierno cubano."
El OCDH indicó que en lo que va de año no se han producido cambios positivos en la situación de los derechos políticos, económicos y sociales de los ciudadanos, registrándose, además, dificultades en cuanto a indicadores fundamentales de calidad de vida, como la alimentación, el acceso al agua potable, el saneamiento básico o la vivienda.
"La ausencia de condiciones legales y materiales para el ejercicio de las libertades económicas y el retroceso en los pocos pasos que se habían dado, han generado un empeoramiento de la situación económica del país, marcada por la escasez generalizada de alimentos durante todo 2018 y el primer semestre de 2019", señaló el documento, que será entregado a la Comisión Europea.
"El Gobierno cubano anunció desde el año 2011 reformas estructurales en la economía, que no ha realizado. Desde el 1 de agosto de 2017 paralizó el crecimiento del trabajo privado y endureció el control estatal y la asfixia al sector emergente en las nuevas normas publicadas en la Gaceta # 35 del 10 de julio de 2018. El trabajo privado quedó como un autoempleo precario, con la prohibición de las PYMES nacionales: aumento de impuestos, controles ministeriales, penalización de la búsqueda de insumos por vía privada con multas contra la importación comercial en ausencia de mercados mayoristas en el país", evaluó.
El reciente anuncio de un aumento salarial para algunos sectores del Estado, apuntó el documento, haría que el salario mínimo anunciado sea equivalente a 16 dólares mensuales. "Sin embargo, el Gobierno de manera histórica no publica en sus anuarios estadísticos oficiales ni el salario mínimo ni el costo de la canasta básica individual y familiar anual y sus variaciones", recordó.
"Profesionales con salarios medios declaran que el 80% de sus salarios mensuales se invierten solo en los alimentos del mes. La estrategia de ocultar información es uno de los lastres más pronunciados en el Gobierno cubano, que a la vez monopoliza los medios de difusión y no es transparente con las metodologías que utiliza para producir las cifras oficiales, no sometidas a control público ni ciudadano".
El OCDH insistió en que la situación económica y de derechos humanos de la Isla no responde a condiciones temporales y sí al rígido sistema político imperante en Cuba desde hace más de seis décadas.
"Durante décadas, el Gobierno cubano ha basado su propaganda, tanto hacia el interior de la Isla como al exterior, en una supuesta promoción y cumplimiento de derechos, principalmente sociales y culturales, incluso usando el asunto como escudo ante las críticas por la falta de libertades civiles y políticas. Sin embargo, hoy queda al descubierto un panorama desolador en estos derechos, lo que afecta en especial a los más pobres y desvalidos", aseguró el informe.