El pelotero cubano Guillermo García Vega, nieto del comandante histórico de la Revolución cubana Guillermo García Frías, se prepara en República Dominicana para exhibirse ante scouts de las Grandes Ligas, cinco meses después de llegar a ese país con el objetivo de alcanzar un contrato en lo que el difunto dictador Fidel Castro llamaba "pelota esclava".
El periodista deportivo Francys Romero informó en su cuenta de Facebook que el joven de 25 años entrena ante lanzadores zurdos y bajo la tutela de Julio Estrada, Reinier Orozco y Pavel Pino.
La Academia TBT Béisbol se encarga de la preparación García Vega, quien tendrá su primer showcase en marzo, de acuerdo con Romero.
El nieto y tocayo de Guillermo García Frías se encontraba contratado en la Frontier League con los Capitales de Quebec, a través de la estatal Federación Cubana de Béisbol (FCB). Desde allí tomó un vuelo a República Dominicana, primera parada de la mayoría de los peloteros cubanos que emigran o abandonan delegaciones durante competencias en el exterior para llegar al mejor béisbol del mundo.
En 2021, García Vega fue uno de los 12 peloteros que regresaron a Cuba tras el Mundial sub-23 celebrado en México. Esa misma cantidad fue la de atletas que se separaron del equipo.
El grupo del que formó parte García Vega afirmó, al retornar a la Isla, que rechazaba "la opción del abandono". De esos 12 jugadores, solo cinco continúan en Cuba o vinculados a la FCB. El nieto del histórico del régimen no es uno de ellos.
García Vega era también uno de los 34 peloteros cubanos que la FCB liberó para que firmaran contratos con organizaciones de Grandes Ligas, en 2018, cuando el Gobierno cubano se frotaba las manos con un histórico acuerdo alcanzado con la MLB.
El Gobierno de la Isla presentaba el convenio como la posibilidad para que los peloteros pudieran insertarse en las Mayores sin recurrir a salidas ilegales y manteniendo el derecho de retornar a su país —que el propio Gobierno les quita cuando abandonan una delegación en el exterior.
La FCB pensaba obtener "un pago de una tasa de liberación, totalmente independiente al contrato que logre el pelotero", según un comunicado que publicó en aquel momento.
El acuerdo fue echado atrás por la Administración de Donald Trump y desde entonces las autoridades cubanas se han quejado de que esa es la causa de que los peloteros se fuguen.
El tiempo ha demostrado que era el Gobierno de Cuba el que necesitaba ese acuerdo, pues los peloteros ahora emigran de manera legal y logran firmar contratos, muchos de ellos millonarios, en el mejor béisbol del mundo.
Esto ocurre sin que las autoridades cubanas se lleven su tajada por "tasa de liberación", pero les posibilita contar en un futuro, dentro de sus equipos nacionales, con jugadores de la MLB, sin dejar de discriminar por razones políticas a otros atletas que militan en esa liga.
En una publicación anterior sobre Guillermo García Vega, Francys Romero lo describió como un bateador de poder, que tendría grandes oportunidades de llegar a la MLB si trabajaba en su físico.
Si lo consigue y se destaca, es de esperar que los medios estatales de la Isla informen sobre el desempeño en Grandes Ligas del nieto del comandante Guillermo García Frías, algo que no han hecho con los peloteros cubanos que llevan años haciendo historia en ese béisbol, mientras la prensa oficial de su país los ignora.
Los trabajos que tendría otro pelotero del montón que no fuera familia de la nobleza Político militar del Castrofascismo es para imaginárselo. Dice el el refrán " De raza le viene al galgo " pero a los galgos del Castrofascismo les viene de pertenencia ...
Hace años el exilio debía haber tomado medidas para evitar lo que estamos hoy viviendo, teniendo que soportar a todas estas ratas inmundas de la Involución paseando por mismas calles que nos tocó vivir, obligados a huir de la tierra que nos vió nacer, dejando atrás amigos y familiares, todavía en los 80's aún existía Alpha66 que se encargaba de estos casos con alguna que otra explosión contínua, si el exilio (que hoy ya no existe) habría inventando algún acuerdo presidencial, cómo aquél de Kennedy y Khrushchev de "no tocar a Cuba", hoy estaríamos protegidos contra tantas ratas de dos patas, hoy nos toca, después de huir de esta gentuza, estar rodeados de tanta escoria fidelista.
El señor García Frías y su parentela hace rato encontraron medios para hacer negocios en Cuba. Él con Flora y Fauna, otros con la venta de groceries desde el exterior, como informó hace años Cubanet, y este deportista en lo suyo. Ninguno anda comiéndose un cable ni sentado en una asamblea del PCC. Y como este núcleo familiar hay otros de esa "estirpe de revolucionarios". Por eso me asombro cuando algún analista habla de ideología en ese manicomio, o Díaz-Canel S habla de revolución.