Hace poco más de una semana, el equipo cubano de béisbol alcanzó la peor ubicación histórica de una selección nacional de la Isla en un evento internacional, al terminar en el puesto 11 del Torneo Premier 12. En ese conjunto aparecían dos peloteros que, tres años atrás, integraron el roster que implantó, en el Campeonato Mundial sub-23, otro récord negativo para el béisbol de Cuba.
El cuarto puesto logrado en esa competencia puede considerarse un buen resultado, teniendo en cuenta el hundimiento del que aún es considerado el pasatiempo nacional en Cuba. Sin embargo, la selección fue abandonada por 12 integrantes, nada menos que la mitad del conjunto, y establecieron marca de más atletas cubanos de un mismo deporte fugados durante un mismo evento.
Los dos atletas que intervinieron en aquel Mundial y en la tercera edición del Premier 12 son el lanzador Frank Abel Álvarez y el receptor Andrys Pérez. Ambos estuvieron entre los 12 integrantes del equipo que, al regreso de México, afirmaron, en una declaración publicada en la prensa estatal que rechazaban "la opción del abandono".
El equipo había sido conformado por el manager Eriel Sánchez atendiendo al "patriotismo" de los atletas. Justificó la exclusión de los lanzadores Yosimar Cousin y Yunior Tur con la supuesta ausencia de esa cualidad.
Cuando han transcurrido tres años de esa histórica cifra de 12 abandonos, es un buen momento para analizar qué ha sucedido con la "patriótica" mitad del equipo que regresó.
Álvarez y Pérez son los únicos que continúan en la selección nacional, de los cinco que siguen en la Isla o vinculados al deporte estatal.
Apenas un año y cinco meses después de rechazarla, el receptor Iván Prieto eligió "la opción del abandono" durante el V Clásico Mundial de Béisbol celebrado en marzo de 2023. Al finalizar el partido de semifinales en el estadio de los Marlins de Miami, donde el conjunto de EEUU vapuleó al de Cuba, Prieto, quien integraba el equipo como cátcher de bullpen, se convirtió en el primer pelotero cubano que se fugaba durante una edición de ese torneo.
El receptor también había asistido, en junio de 2021, al Preolímpico de las Américas, donde Cuba quedó fuera de la cita estival por primera vez y sufrió las fugas de tres atletas y la del psicólogo del equipo.
Es probable que, en Miami, Iván Prieto haya pensado que no habría una cuarta oportunidad, por lo que aprovechó la estancia en la ciudad estadounidense para escapar.
Prieto no fue el primero de esos 12 peloteros en desligarse del béisbol cubano. Antes lo hizo Yudiel González, quien estuvo a punto de ser el pelotero fugado número 13 en México, pero en aquel momento se arrepintió. Partió finalmente en octubre de 2022.
En 2023, también partió de Cuba Marlon Vega. Su partida, en julio de ese año, dejó al béisbol de la Isla sin uno de los mejores pitchers que le quedaban.
En 2024 se han producido otras tres partidas de peloteros cubanos que retornaron, después del Mundial sub-23 de México. La más llamativa ha sido la del nieto y tocayo del comandante de la Revolución Guillermo García Frías.
El jugador de cuadro Guillermo García Vega se encontraba contratado en la Frontier League con los Capitales de Quebec, a través de la estatal Federación Cubana de Béisbol (FCB). Desde allí tomó un vuelo a República Dominicana, con el objetivo de conseguir un contrato en la pelota que Fidel Castro, de quien su abuelo fue compañero de luchas, llamaba la "pelota esclava".
Algunos escépticos consideran que la salida de este y otros peloteros es parte de una estrategia de la FCB para insertar a sus atletas en el béisbol profesional de EEUU, luego de que Donald Trump frustrara el acuerdo con la MLB, con el que la entidad estatal cubana pretendía lucrar. García Vega era de los jugadores que la Federación había liberado para que firmaran con organizaciones del mejor béisbol del mundo.
Al no tratarse de un atleta que la FCB considera fugado (no ha habido ningún pronunciamiento tachando su decisión de indisciplina), la entidad podría convocar a García Vega para eventos internacionales, sin renunciar a la práctica de discriminar a los que han abandonado selecciones en el exterior.
Sin embargo, la posibilidad de García Vega de acudir a un llamado de las autoridades cubanas dependerá de que su equipo en el béisbol profesional lo libere.
En mayo, cuatro meses antes de la salida de García Vega, las autoridades del béisbol cubano decretaron la "expulsión deshonrosa" del lanzador de 26 años Jonathan Carbó Campoalegre, quien no regresó a la Isla tras haber sido despedido del equipo de la liga italiana en la que estaba contratado.
Tres meses antes, emigró —por segunda vez— con la intención de llegar a la MLB, el lanzador zurdo Naikel Cruz. En noviembre, firmó un contrato con los Piratas de Campeche, de la Liga Mexicana de Béisbol.
Rangel Ramos también se fue a EEUU, donde vive su familia. No ha firmado ningún contrato con equipo profesional.
En Cuba o vinculados a la FCB, además de Frank Abel Álvarez y Andrys Pérez, continúan Kelbis Rodríguez, Rodoleisis Moreno y José Eduardo Santos Escalante.
...una lista muy larga y muy detallada...ahora que hacen???...cuantos estan en la MLB???...
Los mrdiocres saben que lo son, pero los que se saben con talento o al menos con chances para alcanzar las Mayores, dan el salto.