El subcampeón olímpico cubano de atletismo Hermes Julián Ramírez Limonta, uno de los velocistas más importantes que tuvo la Isla en las décadas de 1960 y 1970, falleció este miércoles a los 76 años, informó el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) en su cuenta de la red social X, sin precisar la causa del deceso.
En un mensaje citado por el medio deportivo estatal Jit, el presidente de la entidad, Osvaldo Vento Montiller, describió a Ramírez Limonta como "un cubano comprometido que realizó con derroche de dignidad sus éxitos como atleta y formador".
Sin embargo, las quejas del atleta retirado sobre sus condiciones de vida en una entrevista que concedió en diciembre de 2023 al medio estatal Trabajadores, demuestran que el "compromiso" y la "dignidad" de quien también fue un combatiente internacionalista no recibieron la recompensa merecida.
Hermes Julián Ramírez Limonta nació en Guantánamo, en 1948. En una época en la que marcar diez segundos en los 100 metros planos era una proeza, él lo consiguió en cuatro ocasiones. En esa distancia, llegó a ser el dueño del récord mundial juvenil con 10.02 segundos.
Ramírez Limonta enfrentó varias adversidades, lesiones incluidas, que le impidieron brillar a nivel individual como sus tiempos demostraban que podía llegar a hacerlo. Sin embargo, es uno de los pocos velocistas cubanos que compitió en tres Juegos Olímpicos (México 1968, Múnich 1972 y Montreal 1976).
En México, con apenas 20 años, se convirtió en subtitular olímpico como integrante de la cuarteta de 4x100. Junto a Enrique Figuerola, Juan Morales y Pablo Montes, marcó un tiempo de 38.3 s, que solo fue superado por los 38.2 con los que el equipo estadounidense implantó récord mundial además de ganar la medalla de oro.
El último tramo de esa carrera lo corrió Figuerola, quien "no estaba en sus mejores formas, ya iba terminando como quien dice", según explicó Ramírez Limonta en la entrevista con Trabajadores. No obstante, por "sugerencia" de Fidel Castro, el atleta apodado "El Fígaro" fue el cerrador de la posta cubana.
Ramírez Limonta consideraba que, de haber puesto a correr a un atleta de apellido Bandomo, quizás habrían ganado.
En la misma cita estival, el velocista guantanamero había igualado el récord olímpico en la prueba individual de los 100 metros planos en la fase de octavos de final. Pero una fiebre le impidió correr en las siguientes fases y disputar el oro.
Cuatro años después, cuando encabezaba el ranking mundial y era favorito para imponerse en Múnich, se lesionó el bíceps femoral una semana antes del inicio de la cita bajo los cinco aros y no pudo competir. La cuarteta cubana tampoco pudo clasificar a la final.
Hermes Ramírez fue también multimedallista en Juegos Panamericanos y Centroamericanos. Se retiró del deporte activo tras las olimpiadas de Montreal 76. A inicios de 1978 recibió la notificación de que estaba movilizado para cumplir misión internacionalista. Dos semanas después partió a Etiopía.
Mientras era atleta y tras retirarse, el velocista se desempeñó como profesor del Instituto Técnico Militar y trabajó en las escuelas técnica de la DAAFAR y de artillería, entre otras instituciones.
Integró el colectivo de entrenadores del equipo nacional de atletismo de Cuba y prestó servicios en México y Panamá.
Pese a todo ello, esta gloria del deporte cubano no recibía la atención que merecía de las autoridades y expresó su decepción en la mencionada entrevista con Trabajadores.
"¿Atención a atletas en Cuba para quién? ¿Para los que están o para los que ya no están?", cuestionó Ramírez Limonta nueve meses atrás. "Las glorias del deporte hemos tratado de reunirnos muchas veces nosotros, porque en la Comisión de atención de atletas te llaman un día que te necesitan para ser un representativo", criticó.
"Mucha gente critica mi situación al verme con el bastón haciendo la fila para comprar pollo. No hay un mecanismo adecuado. Hace unos años nos daban el CUC para que viviéramos un poquito más holgados, cuando hicieron el cambio lo multiplicaron por 24, y eso en la actualidad no nos alcanza para casi nada", se quejó entonces el otrora recordista mundial juvenil.
"Supuestamente correspondía que me dieran un carro. Siempre hay una justificación. Entonces tengo que hacer una carta con la historia de mi vida para que alguien me atienda y me lo den. ¿Te imaginas eso? ¿De qué estamos hablando? Mi vida es la del ciudadano de a pie", sentenció hace menos de un año el subcampeón olímpico y excombatiente internacionalista.
Otro idiota más. Cuando estaba en la cima pensaba que era rey y no sabía que era un esclavo más con privilegio. Lo usaron y lo abandonaron, el “rey”.
"Mi vida es la del ciudadano de a pie"
Como diria Ultrack: Compiiiiiiin...
Ay Mijain, mirate en ese espejo. Aunque ya es muy tarde para cambiar, estas demasiado embarrado de mier... Solo te quedan dos caminos: o el del perro este que murio olvidado o el de Savon que se lo estan templando en la carcel por pedofilo. Tin Mijain de Dos Pingues, cucara macara perro fue.
Para allá va Mijain, el gorila del deporte Buga, a arreglar paraguas a los compañeritos del barrio La Timba.
Así le va a pasar a Mijain…tiempo al tiempo.
Seguro que le va a pasar. Esta gente ha recibido y recibirán la indiferencia porque el régimen los necesita para la propaganda de su propio ego, pero en el fondo no pueden cargar con la financiación de privilegios a todos los deportista. La única plata que hay es para GAESA.