La exatleta holguinera Margarita Skeet, considerada una de las principales estrellas del baloncesto latinoamericano de todos los tiempos, se encuentra en una situación de abandono, según denunció el exárbitro y periodista Ramón Rodríguez, en una publicación en el grupo de Facebook "Holguín: la ciudad que queremos".
Skeet, de 74 años e invidente, sobrevive gracias a la caridad de sus vecinos, luego de entregar su vida al movimiento deportivo cubano y ser una de las figuras más relevantes del baloncesto femenino a nivel mundial. "Hoy se encuentra residiendo en un modestísimo espacio en el municipio capitalino del Cotorro, territorio donde culminó su carrera como entrenadora", detalló Rodríguez.
"Esta lamentable situación, de una gloria del deporte cubano de todos los tiempos, no puede seguir permitiéndose, porque es una afrenta a nuestros valores éticos y morales, hacia un ser que lo dio todo por hacer brillar su uniforme de las cuatro letras en infinidad de eventos dentro y fuera de nuestras fronteras", agregó.
Ante esta denuncia que evidencia el resquebrajamiento integral de la sociedad cubana, el usuario Manuel Ángel Vendrell Pedrayes comentó: "Es lo mismo que ocurre con cualquiera en este país que ha empleado toda su vida en una labor mal pagada, aportando con su quehacer un legado, ya sea científico o económico y, cuando se jubila, aunque lo que dejó a las generaciones siguientes esté funcionando para todos, es olvidado y ahora subsiste, en una vida casi de miseria, con un salario mucho menor a lo necesario. No es nada nuevo, ni el único caso. Muchos estamos así".
A pesar de su estatura, de 1,67 metros, fue pieza clave del equipo cubano durante los años 70 y 80, convirtiendo el número 14 de su camiseta en una leyenda. Skeet, catalogada como "el cañón Antillano" y "el Ciclón", fue seleccionada entre los diez mejores deportistas cubanos en 1976 y cuatro años después, en 1980, fue fundamental en el quinto lugar del equipo cubano en los Juegos Olímpicos de Moscú.
Además, Skeet participó en tres campeonatos mundiales. En el de Praga 1967, cuando el equipo cubano se retiró atendiendo a una orden política de La Habana, en solidaridad con el equipo de Corea del Norte, al que le impidieron participar en el torneo. La holguinera intervino, asimismo, en el campeonato de Sao Paulo 1971, cuando el equipo cubano ocupó el séptimo lugar, y en la cita del orbe de 1983, en la misma ciudad brasileña, cuando Cuba fue eliminada en la fase clasificatoria.
Entre sus logros más significativos están las cuatro medallas consecutivas en Juegos Panamericanos: bronces en Cali 1971 y Ciudad de México 1975; oro en San Juan 1979 y plata en Caracas 1983.
Skeet fue, igualmente, el motor del equipo Cuba en las medallas de oro obtenidas los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Ciudad de Panamá 1970, Santo Domingo 1974, Medellín 1978 y La Habana 1982.
Su retiro ocurrió en 1985 y un año antes, en el torneo Preolímpico disputado en el Coliseo de la Ciudad deportiva, en La Habana, Skeet, la más veterana del equipo cubano, recibió un homenaje a su magistral andar por los tabloncillos del mundo y le fue entregada la réplica de una Zapatilla Dorada.
El suyo es uno de los tantos casos de glorias del deporte y de otras áreas que viven su vejez en la ignominia, debido al abandono de las instituciones estatales y de las políticas del régimen que lastran a sus ciudadanos a una vejez indigna.
Que grite Viva Fidel y que viva con eso.
Ella es de patria o muerte, pues que se alimente con eso..... no le doy ni agua...
Ja,ja, le deseo una mejor vida, pero, como dijo Churchill, siempre hay un, pero. Esa atleta es una más de los trapos sucios que usaron los barrigones en el poder. Que se cuide el atleta medallista de oro Grecorromano. Él sabe lo que le espera, pero son todos unos idiotas.