Las fugas de deportistas cubanos en torneos internacionales marcaron un récord en 2022, cuando más de 50 atletas de diversas especialidades se quedaron en terceros países. En 2023 el éxodo de ese sector continúa. Según autoridades del deporte, fue el baloncesto una de las disciplinas más afectadas, al menos en Ciego de Ávila.
Yunier Valdivia Rodríguez, subdirector provincial de Actividades Deportivas en esa provincia, en unas declaraciones que hizo al periódico oficial Invasor, alertó sobre la escasez de baloncestistas y estudiantes, incluyendo otras problemáticas.
Valdivia informó que en 2022, el total de estudiantes de ambos sexos en la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) era de 54, y que en 2021 continuaron estudios tan solo 41, por lo que no se pudo completar la cifra de 50 a lo largo de este curso escolar, a raíz de las bajas que tuvieron de manera continua. La EIDE cuenta actualmente con 47 alumnos, algo que es un obstáculo para los topes competitivos en Ciego de Ávila.
Según el entrenador José Echarte Vázquez, "los torneos nacionales exigen mínimo diez y Ciego de Ávila presenta plantillas al límite". Al problema de los estudiantes se suma también el de la falta de maestros. De ocho profesores con los que debe contar la EIDE, solo tiene seis, uno de ellos "contratado por horas". La directora de esta escuela reconoció a Invasor que el "máximo impacto" en este sentido, "deriva del fenómeno migratorio cubano, acrecentado en los últimos años".
Invasor destaca que "la provincia comenzó el 2023 con 690 entrenadores, y en menos de un año no exceden los 500, por migración" o en busca de mejores salarios. "Yo estoy aquí porque el baloncesto es mi vida, no porque me permita cumplir las demandas en mi casa", señaló al citado medio el profesor Moisés Bravo Torres.
"Mi salario no sobrepasa los 5.500 pesos, con todo y los años que llevo de experiencia, y eso no alcanza en los tiempos que corren", agregó.
Explicó también que la infraestructura para el entrenamiento tiene serias carencias: "el auditorio es un rectángulo tridimensional de cemento, donde los ocho balones que obtuvieron (...) se deterioraron". "Un solo aro es funcional", lamentó.
También exigió que, mínimamente, deben contar en la institución educativa con "baños óptimos y donde hidratarse" para "mantener motivados a los pioneros".
Pero esta realidad de Ciego de Ávila no es aislada, el deporte está en crisis a nivel nacional, una situación que han admitido las máximas autoridades del sector en la Isla. En octubre pasado, directivos del Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (INDER) declararon que el éxodo migratorio que vive la Isla influye negativamente en el deporte cubano y en sus actuaciones en eventos internacionales.
En el programa televisivo Mesa Redonda, dedicado a la participación cubana en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, José Antonio Miranda, director general de Alto Rendimiento del INDER, señaló: "La migración de atletas y entrenadores nos ha afectado. 109 atletas dejaron de estar con nosotros en el 2022, y en el 2023, 78, muchos de ellos con compromisos con los Juegos Panamericanos".
Es sabido que a la dictadura les hace falta un cursito gerencial para que les ayude en la identificación de problemas, pues la emigración de los cubanos no es un problema sino una consecuencia de todos los innumerables problemas que les ocasiona la insana dictadura.