El exvoleibolista Abel Sarmientos, campeón de la Copa Mundial de Japón 1989 con la selección cubana y subtitular del Campeonato universal de Brasil 1990, falleció el viernes en La Habana a la edad de 61 años, pobre y olvidado por la institucionalidad deportiva cubana.
La noticia del fallecimiento del exdeportista trascendió en el Noticiero Nacional de Televisión y fue reseñada por la oficial Prensa Latina.
Aunque formó parte de una generación dorada de Cuba que brilló en la élite mundial a finales de los años 80 y principios de los 90 del pasado siglo, Sarmientos vivió sus últimos años arreglando zapatos y haciendo guardias en una farmacia para sobrevivir.
Sarmientos se retiró del deporte activo en 1994. Tras varios años como profesor y de haber cumplido varios acuerdos de colaboración fue relegado al olvido. En una entrevista con el medio estatal Trabajadores, además de hablar sobre sus insatisfacciones, desmintió rumores de que se había entregado a la bebida.
"No soy un borracho, ni un alcohólico. No sé de dónde salió eso. Cualquiera se toma un trago", aclaró.
"Llevan años mintiendo sobre mí. ¿Cómo es posible? Estuve muchos años en el equipo nacional, con resultados, después como profesor en la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte. ¿Puede un alcohólico hacer eso?", cuestionó y aseguró que "nunca han venido a preguntarme o averiguar si soy un borracho".
Sarmientos llegó a la preselección nacional muy joven y ya en 1981 obtuvo un puesto en el equipo nacional que compitió en los XI Juegos Mundiales Universitarios con sede en Rumanía.
Un año después conquistó el título en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de La Habana, con un estilo agresivo en el ataque, inteligente en las jugadas y gran poder en el salto.
En su palmarés también destacan las medallas de plata en las Copas Mundiales de Japón 1981 y 1991 y los Juegos Panamericanos de Caracas 1984 e Indianápolis 1987.
Olvidado por décadas mientras vivía; recordado por dos minutos después de muerto. Gobierno diabólico.
Comprendo que la Dictadura se aprovechó de él, obligando a todos los atletas a dedicar sus medallas a FC, pero no veo el porqué el desgobierno de Cuba, después de utilizarlo, esté en el compromiso de mantenerlo, cuando ni siquiera aquellos que fueron usados en guerras, espionajes……la dictadura nunca más le importó se suerte; para los Castro estos individuos son desechables. Que apague el tabaco y QEPD.
El era muy revolucionario.
Otra gloria deportiva que sirvió a la propaganda de un régimen tiránico ahora olvidado y despreciado por sus amos.
Fue a hacerle compañía al que le dedicaba sus triunfos este infeliz,que Dios lo acoja en su seno.El fue utilizado por el régimen como postal de propaganda.Al envejecer no ganar dividendos,recuerden que el INDER se robaba los jugosos premios otorgados a los primeros lugares en olimpiadas y torneos.La revolución de los verdeolivos es como Saturno que devora a sus hijos como nos cuenta la mitología griega.