El judo, la tercera disciplina deportiva que más medallas ha conseguido para Cuba en Juegos Olímpicos, se despidió de París sin ninguna presea por primera vez desde la edición de Múnich 1972 después de que Andy Granda perdió el metal bronceado.
Idalys Ortiz, medallista en las cuatro ediciones olímpicas anteriores (oro en Londres 2012, plata en Río 2016 y Tokio 2020 y bronce en Beijing 2008) se quedó fuera del medallero, tras ser derrotada por la serbia Milica Sebic.
Ortiz, una de las abanderadas del equipo oficial de Cuba en la ceremonia inaugural, corrió la misma suerte que el boxeador Julio César La Cruz, el otro hombre de la bandera en la arrancada de los actuales juegos, derrotado en su primer combate.
La veterana de la división de 78 kilos e Iván Silva (90 kg), las cartas más seguras de la selección cubana de judo, sucumbieron. Tampoco lograron avanzar Maylín Del Toro (63 kg) y Andy Granda (+100kg), quien estuvo más cerca de subirse al podio, pero fue derrotado en el combate por el bronce por el tadyiko Temur Rakhimov.
"Salí demasiado pasivo, me cantaron un shido y tuve que ir a hacer técnica, pero quedé mal ubicado y ahí vino el wazari", resumió Granda en un rápido intercambio con la prensa, al que accedió amable, pero visiblemente afectado en el plano emocional, según Jit.
"Ahora mismo no puedo ver este quinto lugar como algo que me deje satisfecho, porque sabía que podía ganar una medalla", reconoció el judoca, a pesar de que con la posición puede justificar su permanencia en la élite de su división.
"Me voy con la satisfacción de participar en unos quintos juegos olímpicos. En la historia del judo son muy pocos que lo han hecho y casi ninguno con cuatro medallas", dijo por su parte Idalis Ortiz, citada por el mismo portal institucional del deporte cubano.
"Se perdió un combate, pero no fue una derrota. Creo que gané unos quintos juegos olímpicos… Estoy aquí y es un gran honor. Lógicamente me hubiera gustado llevarme una medalla, era el objetivo con el que vine. Todos los seres humanos tenemos retos en la vida y este era uno de ellos. Nadie dijo que sería fácil", añadió.
No son buenas noticias para el deporte oficial cubano, cuando el judo es la tercera fuente de títulos olímpicos: 37 medallas en total, seis de oro, 15 de plata y 16 de bronce, disciplina superada por las 78 del boxeo y las 45 del atletismo.
Precisamente este último deporte proporcionó una sorpresa, el Cuba oficial tendrá un representante en las semifinales de los 100 metros planos masculinos de París, algo que lograba desde hace 44 años.
Reynaldo Espinosa, joven de 21 años, superó la primera ronda en Saint-Denis, donde cronometró 10,11 segundos para colocarse en tercer lugar en su heat eliminatorio, por detrás del jamaicano Kishane Thompson (10) y el ghanés Benjamin Azamati (10,08).
El atleta, oriundo de Las Tunas, logró sostener el ritmo en la arrancada y dejó atrás al brasileño Felipe Bardi (10,18) y al japonés Akihiro Higashida (10,19).
Espinosa tendrá una nueva prueba muy difícil en las semifinales, fase en la que 27 corredores buscarán colarse en la gran final de la prueba reina del atletismo. Tendrá que competir con rivales como el botsuano Letsile Tebogo, el sudafricano Akani Simbine, el estadounidense Kenneth Bednarek, el jamaicano Ackeem Blake y el italiano Marcel Jacobs (campeón de Tokio 2020), todos con marcas personales por debajo de 9,90 y con registros inferiores a 9,95 en la presente temporada.
Aunque Espinosa logró llegar a una final en la cita del orbe para menores de 20 años de Cali 2022, su pelea por medallas en París es casi un imposible. Según Jit, sus entrenadores se enfocan en los cronómetros para tratar de rebajar su mejor marca en un escenario de máximo rigor como las olimpiadas.
El atletismo cubano no conseguía colocar a ningún corredor en semifinales de 100 metros olímpicas desde Moscú 1980, cuando Silvio Leonard y Osvaldo Lara llegaron a formar parte del listado de la final, en la que el primero conquistó la medalla de plata.
