El lanzador cubanoamericano Nick Martínez se convirtió en el primer representante de nuestro béisbol en conseguir trabajo en la agencia libre esta postemporada. El derecho firmó con los Rojos de Cincinnati por dos años y 26 millones de dólares. Yussef Díaz, de Pelota Cubana USA, fue el primero en anunciar el acuerdo.
Esta es una buena apuesta para el jugador, representado por la agencia de Scott Boras: primero rechaza 16 millones de dólares por dos temporadas que le restaban con los Padres, y luego sale ganando más dinero en total y anual.
Nick es un lanzador que puede ser utilizado en los dos roles, es decir, como abridor o relevista. En la contienda pasada lanzó para una efectividad de 2.32 en 42.2 innings abriendo, y de 4.12 en 67.2 entradas relevando.
Inicialmente creo que puede ser insertado en la rotación junto a Hunter Greene, Graham Ashcraft, Andrew Abbott y Nick Lodolo, pero, si no funciona, puede convertirse en un relevista de primera línea. Martínez es uno de los jugadores que ha emigrado al béisbol japonés y después de regresar a las Grandes Ligas encontró el éxito.
Por otro lado, la situación de Maikel Serrano ilustra la realidad del béisbol invernal del Caribe. El pinareño estaba teniendo un buen arranque con los Yaquis de Obregón en la Liga Arco; sin embargo, después de sumar 55 veces al bate con un buen promedio de bateo (.320) y OPS (.844), fue puesto en la lista de reserva y 24 horas después fue cedido a los Charros de Jalisco.
Los Yaquis tienen una buena ofensiva, pero no era necesario bajar a un bateador que estaba respondiendo en ese momento. Al menos, Serrano pudo jugar en otro lado porque la gran mayoría los jugadores terminan su campaña invernal tras ser bajados de la lista activa.
Esa es la realidad del béisbol del Caribe, ya sea en las ligas invernales o en la Liga Mexicana de Béisbol, que se juega en el verano. En esos circuitos el trabajo de pelotero siempre está en el filo de la navaja; incluso, a pesar de tener buenos dividendos.
Por tanto, cuando vemos que un cubano se mantiene todos los años con trabajo en la pelota del Caribe es apreciable. Por ejemplo: Yadir Drake, Henry Urrutia, Elian Leyva, Félix Pérez, Yoenis Yera, Yunesky Maya o Raúl Valdés.
Hablando de Leyva, es importante destacar que va teniendo una buena temporada en la Liga Arco. Hasta este momento ha logrado cinco salidas, en las que ha sumado 26 innings y permitido ocho carreras limpias, para postear una efectividad de 2.77.
En cuatro de esas aperturas ha lanzado al menos cinco entradas y ha permitido dos carreras o menos. En general, su correlación de bases por bolas (9) y ponches (17) es aceptable. Leyva es uno de los cinco lanzadores que ha ganado la Triple Corona en la historia de la Liga Arco, que logró en la campaña 2018-2019.
La labor que está haciendo Ronald Bolaños también es muy buena. Entre los abridores con al menos seis juegos iniciados, el mayabequense lidera la liga en efectividad (1.53). Si bien ha luchado un poco con el control, su prevención de carrera ha sido de la élite.
Félix Pérez y Peter O'Brien son los líderes jonroneros de la Liga Arco, pues ambos han pegado 11 cuadrangulares. Lo impresionante es que ninguno tiene un promedio de bases totales sobre .500, ni el promedio de embasado sobre .300. Tampoco el promedio de bateo sobrepasa los .215. Es decir, casi todos los promedios ofensivos han sido bajos.
En el Pre Mundial Sub-23 celebrado en Nicaragua, Cuba no pudo obtener un cupo para el Mundial. Será la cuarta vez que los antillanos no asisten a un mundial de dicha categoría. Como ha ocurrido en los últimos eventos de la Confederación Mundial de Softball y Béisbol, el conjunto cubano se quedó a las puertas de la Súper Ronda por el TQB, el equilibrio de calidad del equipo, la fórmula que define los desempates en las fases de grupos.
Colectivamente, la ofensiva de Cuba fue una de los mejores: tercer mejor promedio de bateo (.331) y promedio de embasado (.454) en el torneo. Además, anotó la mayor cantidad de carreras (43). El problema fue el pitcheo. Los lanzadores dejaron una efectividad de 5.73 en 33 entradas y los rivales le batearon para .263.