Calmada un poco la agitación que creó el anuncio, por la Federación Cubana de Béisbol (FCB), de la prenómina de 50 peloteros de la que saldrá el equipo representante de la Isla en el venidero Clásico Mundial de marzo, se impone un análisis de sus reales posibilidades.
Después de las escandalosas ausencias por motivos extradeportivos, de la no convocatoria de peloteros de nivel por abandonar alguna vez delegaciones nacionales, y del compromiso que tienen los federativos con varios atletas que se desempeñan en su liga, la pregunta es: ¿podrá Cuba hacer un papel decoroso en ese evento?
Sin dudas, con la presencia por primera vez de jugadores de Grandes Ligas, y de otros contratados en otras ligas profesionales, miembros o no de la FCB, se formará el equipo más competitivo de los últimos años, pero… ¿será suficiente esto para al menos igualar la actuación de la pasada edición del Clásico?
El reto comienza desde el mismo momento que se extienden a 20 los países participantes. Para avanzar hay que clasificar entre los dos primeros del grupo correspondiente, actuación que aseguraría ubicarse al menos entre los ocho primeros del torneo.
Cuando analizamos las prenóminas de los otros integrantes de la llave A (Taipéi de China, Holanda, Italia, y Panamá), donde estará Cuba, comprendemos que no será fácil, pero parece posible si la dirección del equipo maneja bien el material del que dispone, y usa las herramientas de acuerdo con el béisbol que se juega en estos tiempos.
Una posible alineación donde pueden estar hombres como los Medias Blancas Luis Robert Moirán y Yoan Moncada, el mediático Yoenis Céspedes (dos veces ganador del Derby de Jonrones de las Grandes Ligas), el camarero Andy Ibáñez (Tigres de Detroit), y el joven slugger Lázaro Armenteros (miembro de la organización de los Atléticos de Oakland), es digna de respeto.
Si a esto le sumamos peloteros que han triunfado en la Liga Japonesa (NPB) como Alfredo Despaigne, Yurisbel Gracial y Ariel Martínez; y los activos en la Liga Mexicana del Pacífico (ARCOS) Roel y Raico Santos, Yadir Drake y Erisbel Arruebarrena, hay que aceptar que no serán un manjar para los contendientes de esa primera vuelta.
El staff de pitcheo, donde se dice que recae alrededor del 60% del éxito de un partido de béisbol, es de los más robustos de su aparatado clasificatorio. Sobresalen nombres como Yoan López (Mets de Nueva York), Roenis Elías (Águilas Cibaeñas), Elián Leyva (Naranjeros de Hermosillo), Luis Miguel Romero (Atléticos de Oakland), Onelki García (Águilas Cibaeñas) y Ronald Bolaños (Kansas City)
A ellos se suman los miembros de la FCB Raidel Martínez, Yariel Rodríguez, Liván Moinelo, y Frank Abel Álvarez, todos con contrato en la NPB, y los miembros de la ARCO Carlos Juan Viera y Yoennis Yera.
Se dice que en el béisbol moderno los partidos se ganan en las oficinas, porque el éxito depende mucho del conocimiento que se tenga del contrario. Los equipos cubanos llegan a las arenas internacionales "ciegos" y estudiados hasta la médula, y esto es algo que les ha pasado factura en los últimos años.
Otras tareas pendientes, como la falta de topes al más alto nivel —otro factor que incide en los resultados negativos— y la creación del llamado Team Work, son elementos que se tendrán que tener en cuenta para lograr el objetivo.
Para esto, y son noticias muy buenas para los fanáticos, se organizaron partidos con tres equipos de la Liga Japonesa (Dragones, Gigantes, y Águilas) y se creará, según aseguró la FCB, una base de entrenamiento con todos los atletas en República Dominicana o México.
Si todo fluye como se ha anunciado y la dirección se despoja del lastre político con que siempre actúa, no permiten que otros intereses fuera del deporte afecten las decisiones en el terreno y se logra unidad entre todos los cubanos allí presentes, Cuba podrá vencer el primer escollo y pasar a cuartos de finales.
Antes de la estampida de sus principales figuras, los cubanos se ubicaron en el segundo lugar en la primera versión del Clásico, en 2006, fueron sextos en 2009, quintos en 2013 y séptimos en 2017, cuando solo participaban una docena de equipos.
