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Deportes

Fútbol internacional: ¿deporte nacional de Cuba?

La transmisión durante todo el año de partidos de la élite del fútbol mundial choca con la ausencia en las pantallas cubanas de partidos de las Grandes Ligas.

La Habana
Un aficionado cubano con la bandera alemana.
Un aficionado cubano con la bandera alemana. Diario de Cuba

A pesar de no jugarse un fútbol de nivel en Cuba, de que es uno de los últimos países en el ranking mundial de la Federación Internacional (FIFA), y de que no asiste a una Copa del Mundo desde hace 86 años, este deporte es pasión en la Isla.

Por estos días la efervescencia es aún mayor, desde que sonó el primer pitazo y comenzó a rodar el balón en la cita del orbe de Qatar. A los cientos de miles de fanáticos a lo largo del país que siguen a diario el desarrollo de las ligas europeas, se han unido los que cada cuatro años recuerdan que este deporte existe e hinchan por "sus selecciones nacionales".

"Yo soy alemán", dijo a DIARIO DE CUBA un moreno bajito de nombre Ariel en una visita que hizo este reportero a uno de los lugares donde se reúnen los fanáticos para ver y polemizar sobre los partidos.

"Hoy vamos por la clasificación", agregó y seguramente se sintió muy frustrado cuando la selección de Alemania quedó eliminada, pese a derrotar al conjunto de Costa Rica.

La inmensa maquinaria mercantil y propagandística que se mueve alrededor del llamado rey de los deportes, y el apoyo que desde hace varios años tiene en los medios televisivos cubanos, ha logrado ganar adeptos a niveles jamás imaginados en un país donde el béisbol fue durante años el mayor espectáculo deportivo.

"Ahora mismo el deporte nacional es el fútbol internacional", bromeó uno de los presentes ante mis comentarios beisboleros.

Aunque quizás "el problema" aún no llegue a ese extremo, lo cierto es que la competencia vergonzosa que ha tenido en Cuba el béisbol con el fútbol, ha provocado que las nuevas generaciones se decanten por el de las patadas y los goles.

La transmisión durante todo el año de partidos de la élite del fútbol mundial  (Liga Española, Champions League, Eurocopa, Copa América, etc.) choca con la ausencia total en las pantallas de partidos de las Grandes Ligas, donde se juega el mejor béisbol del planeta y se desempeñan muchos peloteros cubanos.

"Creo que en nuestro país se ha perdido la pasión beisbolera debido a la baja calidad de los torneos nacionales y a la emigración de las principales figuras. Si no hay ídolos para adorar, no hay pasión", dijo Yovani, un cubanazo muy extrovertido de 48 años, que aseguró siempre fue un seguidor del béisbol.

"En estos momentos creo que el fútbol está más prendido en la juventud, sobre todo en los menores de 30 años. Es una cuestión generacional pues han crecido en una época donde hay una baja indiscutible del béisbol nacional", añadió.

Lo cierto es que el Gobierno cubano, una vez que comenzaron las fugas masivas de sus principales estrellas beisboleras, apostó por desviar la atención de las masas hacia este deporte. Y lo logró.

Ahora en cualquier rincón se habla de fútbol, de ese deporte que para felicidad de los dirigentes está descontaminado de rencillas políticas y de "superioridades norteamericanas", el que no es una amenaza para robar talentos en la Isla y no motiva emigraciones. 

El fútbol está desprovisto de "diversionismos ideológicos", es perfecto para un país en "guerra", porque no se compite por la superioridad de sistemas políticos ni por el éxito de estériles filosofías.

El deporte nacional quedó amordazado y tirado en una esquina sombría, custodiado por miedos absurdos y por censores estúpidos. Los medios oficiales reunieron todo el mejor béisbol del mundo como una hojarasca seca, y le prendieron fuego delante de las cámaras de televisión por peligroso y subversivo, y el plan funcionó a la perfección.

Así prendió el fútbol en estos jóvenes que por estos días no pierden un detalle y se reúnen en bares o centros comerciales para vitorear a sus ídolos importados, aunque producto de la crisis económica que se vive en Cuba, este tipo de reuniones colectivas han disminuido considerablemente en comparación con la Copa Mundial anterior.

"Para venir a estos lugares a ver el fútbol hay que consumir; o sea, pedir cervezas o refrescos mientras dure el partido, y sabes que cada día está más difícil la cosa, el bolsillo está afectado", dice uno de los jóvenes.

El Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) no escapa de esta crisis, sin embargo hizo un "esfuerzo" para comprar los derechos de transmisión en vivo de la Copa del Mundo de fútbol, algo que no han hecho con las Grandes Ligas en más de los 60 años que lleva la Revolución en el poder.

El bullicio provocado por un gol inundó el lugar. Todos los presentes con sus camisetas alegóricas se levantaron de sus asientos, chocaron sus manos y se abrazaron en una armonía cómplice y perfecta. 

Sentí envidia y me fui recordando esas sensaciones que aún me provocan los jonrones y las grandes atrapadas. Me invadió una inmensa pena por el destino de este deporte, declarado hace un año Patrimonio Cultural de la Nación.

Mañana este lugar se volverá a llenar con otros fieles vestidos con los colores de otras selecciones nacionales, en los barrios seguirá el férreo debate entre los amantes de Cristiano y Messi, y a varios kilómetros de allí, el estadio Latinoamericano continuará hambriento de fanáticos.  

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2 comentarios

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El deporte de multitudes, los grandes espectáculos musicales, cumplen una importante función enajenante altamente valorada por dictaduras que ven disipar las inquietudes políticas de las masas detrás de promosionadas figuras que corren detrás de una pelota o cantan detrás de un micrófono.
El régimen de la Habana seguirá comprando derechos de transmisión del fútbol sin importarle mucho el funeral del deporte nacional siempre que pueda mantenerse en el poder.
Goles o jonrones, da igual.
La continuidad es lo que importa.

Según Juan Eladio Palmis Sánchez la hispanidad comienza en Cuba,eso dice el y por lo que veo hay una aspiración a recuperar no solo a Cuba sino a Puerto Rico también a España,los que gobiernan Cuba son complices y participes en ese proyecto y si no es la corrida de toros la pasión de los cubanos actuales no hace falta decir por qué.En el blog españoles de Cuba sale este señor diciendo una cantidad de incongruencias,y destilando un odio total por los Estados Unidos.