El deporte estatal cubano continúa perdiendo atletas, cada vez más jóvenes, en todas las disciplinas. El prospecto del béisbol Miguel Flores y el remero Boris Luis Guerra abandonaron sus respectivos equipos en México, en una semana marcada por tres fugas.
Flores, lanzador de 18 años, integraba el equipo cubano que quedó fuera del Campeonato Mundial de la categoría, al ocupar el séptimo puesto en el Campeonato Panamericano, que tuvo lugar en Baja California del Sur, en México.
Una hora antes del retorno a la Isla, el joven pitcher abandonó la selección en el aeropuerto del D.F., según informó en su cuenta de Twitter el periodista deportivo cubano Francys Romero a partir de fuentes.
"Fuentes: El zurdo Miguel Flores (18) abandonó el equipo Cuba Sub-18 en el aeropuerto del D.F. (terminal 1) una hora antes de regresar a la isla el equipo (12:30 pm)", tuiteó Romero.
En la misma publicación, el periodista deportivo recordó que había elegido a Flores entre "los mejores prospectos del béisbol sub-18 en 2022" en Cuba.
El pitcher se suma así a la larga lista de peloteros, cada vez más jóvenes, que por una vía u otra se desvinculan de las entidades estatales cubanas para intentar llegar al béisbol de Grandes Ligas.
La estampida de deportistas cubanos, aunque es mayor en el béisbol, abarca todas las disciplinas.
Un día antes, el medio deportivo estatal Jit había dado a conocer que el remero Boris Luis Guerra había escapado de la delegación que se prepara en México con vistas al Campeonato Centroamericano y del Caribe, que comenzará el 23 de noviembre y es clasificatorio para los Juegos Centroamericanos de San Salvador 2023.
Como suele hacer la prensa oficial ante las ya usuales e imparables fugas de atletas cubanos en eventos en el exterior, Jit informa de la escapada de Guerra en una escueta línea en la que no falta la coletilla "abandonó la delegación, dando la espalda al compromiso con su escuadra".
Flores y Guerra elevaron a seis las huidas de atletas cubanos durante eventos en el extranjero, en el mes de noviembre. Tres de estas fugas se han producido en esta misma semana.
El domingo ocurrió la de la taekwondoka Yamitsi Carbonell, quien huyó antes de que el Campeonato Mundial de ese deporte quedara inaugurado el pasado 13 de noviembre, de acuerdo a una nota de Jit, que la acusó de traicionar "el compromiso con su equipo y país".
La fuga de Carbonell se hizo pública apenas un día después de que se confirmara la de Elianni Castellanos, integrante del equipo nacional que acudió a la I Copa Mundial de Béisbol5, realizada también en México.
A inicios de mes, los boxeadores cubanos Albert González y Carlos Castillo abandonaron el equipo que asistió a la Copa del Mundo en Alemania.
Las de Flores y Guerra serían las fugas 48 y 49 de deportistas cubanos en lo que va de año, según los datos proporcionados por el periodista deportivo Francys Romero, autor del libro Historias de la emigración del béisbol cubano (1960-2018).
Ni prebendas como la entrega de vehículos, ni los estipendios para medallistas en olimpiadas y campeonatos mundiales, ni la posibilidad de contratarse en ligas foráneas —a través de las entidades estatales cubanas— han podido frenar una estampida de la que han formado parte monarcas y medallistas olímpicos como Yaimé Pérez, Juan Miguel Echevarría, Ismael Borrero y Andy Cruz.
Las fugas de atletas se unen al mayor éxodo migratorio que se vive en la Isla en décadas.