Hace poco más de una semana, el presidente de la estatal Federación Cubana de Béisbol (FCB), Juan Reinaldo Pérez Pardo, anunció sanciones para los peloteros que rompan contrato con la Serie Nacional y dejó claro que solo esa entidad puede autorizar los contratos de los jugadores en el extranjero.
Aunque la medida de castigar los jugadores con la prohibición de retornar al torneo y de participar en el siguiente despertó críticas entre los aficionados, que la calificaron como una violación de los derechos de los atletas, algunos podrían intentar justificarla con el argumento de que el objetivo es que los equipos no se queden "cojos" en medio del campeonato cubano de béisbol, sobre todo cuando se disputa el pase a los playoff y durante estos, y no afectar el espectáculo que disfrutan los espectadores. Falso.
La única preocupación de la FCB es el dinero que no puede sacarles a los peloteros que se van mediante contratos gestionados por su cuenta. La prueba está en que la propia entidad estatal ha sacado a varias de las figuras que tienen los desempeños más notables durante la presente serie para exportarlos a ligas foráneas.
Yoannis Yera, pitcher matancero que ha sido el más efectivo durante el campeonato y el máximo ponchador, ha salido de Cuba exportado por la FCB. Su salida debilita el pitcheo de los Cocodrilos de Matanzas, casi clasificados para la post temporada.
En el mismo caso se encuentra Erlys Casanova, lanzador frente al que los bateadores rivales han podido llegar en menos oportunidades a la primera base durante el torneo. El pinareño acaba de partir a Europa, también mediante contrato de la FCB, mientras su equipo lucha por clasificarse para los playoff del la serie.
Las Avispas santiagueras, enfrascadas también en la pugna por un boleto a la siguiente fase de la competencia, perderán a un jugador clave con la partida a Canadá de Yoelquis Guibert, líder en carreras impulsadas durante la campaña.
La exportación de estos peloteros hacia otras ligas, cuando no ha finalizado el torneo doméstico, implica que rompen su contrato con la Serie Nacional de Béisbol. Pero como sus contratos son "autorizados" por la FCB, lo que significa que esta entidad estatal obtiene un beneficio económico de ellos, los jugadores no sufrirán las sanciones anunciadas por Pérez Pardo la semana pasada.
Yosvany Torres, también de Pinar del Río, segundo pitcher del evento en cuanto a promedio de bateadores que se le embasan, también debe partir a España en los próximos días mediante un contrato que no fue firmado con la FCB.
Presuntamente, será sancionado al igual que otros 22 jugadores que han abandonado la Serie Nacional, según las declaraciones del presidente de la FCB en la conferencia de prensa la semana pasada.
Castigo para los peloteros… y para el equipo
Las salidas de estos atletas para jugar en el extranjero tienen efectos similares para sus equipos en Cuba, tanto si sus contratos son gestionados a través de la FCB como si lo hacen por su cuenta. Sin embargo, el reglamento establece cuando un pelotero parte con contrato de ese organismo subordinado al Gobierno, otro jugador puede subir a ocupar su lugar en la selección de la provincia. Si se va mediante un contrato que consiguió de manera independiente, el conjunto no puede subir a otro jugador y debe jugar con un hombre menos en su nómina.
De esta forma, la FCB, con su política discriminatoria, no solo castiga con la mencionada sanción al deportista que partió sin que la entidad estatal pudiera obtener un beneficio económico de él, sino además al resto del equipo en Cuba.
Nada de esto tiene que ver con el embargo norteamericano ni con el bloqueo del acuerdo que había conseguido la FCB con la Major League Baseball (MLB), por parte del ex presidente norteamericano Donald Trump. Tiene que ver con que el régimen, aunque ya no puede seguir presentando a sus atletas profesionales mal pagados como amateur, no deja de considerarlos una propiedad. Por eso, cuando se atreven a buscar la mejoría para sus carreras de manera autónoma, los castiga como a esclavos que se escapan del barracón. Y lo hace sin reparar en los efectos que el castigo tenga en los equipos y en la afición.
Jineterismo beisbolero;tienen que buscar otras oportunidades,los infiltrados en grandes ligas están haciendo su trabajo,pero Peluquín de Pavo les puso un termometrusinrectus.