Tras décadas de espera, este domingo los peloteros cubanos Saturnino Orestes Miñoso y Tony Pedro Oliva fueron seleccionados como miembros del Salón de la Fama del béisbol de Estados Unidos, ubicado en la localidad neoyorquina de Cooperstown, informó la organización de Grandes Ligas.
Oliva, quien junto a Miñoso formó parte de los seis beisbolistas seleccionados este 5 de diciembre para ingresar al Salón de la Fama, celebró en teleconferencia la noticia: "Al fin llegó esa llamada".
"Como saben, tengo 83 años de edad. Mucha gente me decía que debí ser elegido hace 40 años. Es mejor estar vivito para entrar al Salón de la Fama y poder saludar y darle las gracias a la gente", agregó.
Los cubanos, elegidos en una votación realizada por dos comités de veteranos, ingresarán al prestigioso Salón junto a los peloteros Buck O'Neil, Gil Hodges, Jim Kaat y Bud Fowler.
De los nuevos miembros del Salón de la Fama solo Oliva y Kaat, quienes tienen 83 años de edad y coincidieron en el conjunto de os Mellizos de Minnesota, viven en la actualidad.
Saturnino Orestes Miñoso, conocido en EEUU como Minnie Miñoso, fue el primer pelotero latinoamericano negro que jugó en las Grandes Ligas, haciéndolo con las Medias Blancas de Chicago. "Fue nuestro Jackie Robinson (…) me ayudó muchísimo, dándome consejos sobre del sistema. Era el ídolo para nosotros", afirmó Oliva sobre su compatriota.
"Este tremendo honor hubiera tenido mucho significado para mi padre y es de mucho significado para nosotros (…) Mi padre vivió el sueño americano. Puedo abrir puertas y romper barreras haciendo lo que amaba, cumpliendo su sueño de ser un pelotero de Grandes Ligas", dijo el hijo de Orestes Miñoso en un comunicado tras darse a conocer la noticia.
"Era orgulloso de ser negro, de ser cubano, de ser estadounidense y ser un pelotero profesional de los Chicago White Sox. Hubiera estado tan orgulloso de ser un Salón de la Fama", añadió.
Orestes Miñoso fue dos veces seleccionado como parte del equipo "todos estrellas" de las Ligas Negras antes de debutar con las Medias Blancas en 1951.
Nacido en la Perico, Matanzas, Miñoso, a quien llamaban "el cometa cubano", fue siete veces incluido en el conjunto de "todos estrellas" de las Grandes Ligas por su desempeño con el conjunto del sur de Chicago y con los Indios de Cleveland.
Durante su paso por las mayores Miñoso bateó por encima de los .300 en ocho temporadas, lideró la tabla de bases robadas de la Liga Americana en tres ocasiones y ganó tres Guantes de Oro como jardinero izquierdo.
El cubano se retiró por primera vez en 1964, pero 12 años más tarde, en 1976, regresó con las Medias Blancas a la edad de 50 años y pegó un hit en ocho turnos. Cuatro años después volvió a colocarse en el cajón de bateo de un encuentro de Grandes Ligas, por lo que actuó en cinco décadas diferentes del béisbol profesional estadounidense.
Por su desempeño, el conjunto de Chicago decidió retirar su número 9 en el año 1983 e instaló en su campo una escultura en su honor, obra de la cubanoamericana Martiza Hernández.
Tony Oliva, nacido en Pinar del Río, fue tres veces campeón de bateo de la Liga Americana con los Mellizos, participó en ocho Juegos de las Estrellas y bateó para .304 en 15 temporadas con el conjunto de Minnesota.
Era necesario conseguir más de 12 votos de un total de 16 para ingresar al Salón de la Fama de Cooperstown. De los seis seleccionados fue Miñoso el más votado, con 14, seguido por O'Neil, con 13; mientras Hodges, Oliva, Kaat y Fowler consiguieron 12 cada uno.
La ceremonia de ingreso de los seis peloteros tendrá lugar en Cooperstown, Nueva York, el 24 de julio de 2022, donde también serán reconocidos los que elegirá en enero próximo la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica, cuyos principales candidatos son Alex Rodríguez, Barry Bonds, Roger Clemens y Curt Schilling.
Felicidades a el gran Oliva y a Miñoso que en paz descanse ya era hora otros con números inferiores están allá , ahora solo falta Tiant, Luque y el duke con sus 4 anillos de serie mundial
Al fin se hizo justicia con estos dos grandes ex big leaguers cubanos. Lástima que Miñoso ya no vive para poder disfrutarlo.