Bards of Passion and of Mirth,
Ye have left your souls on earth!
Have ye souls in heaven too.
Double-lived in regions new?
John Keats
Hacia abajo en ascenso
va el poema
y allá va su poeta, un vidente de hoy,
de cabeza hacia las alturas.
De cabeza porque así vienen las cosas
con su propio escarnio,
con ese dedo gordo del pie
que todas poseen.
Solo hay que dejarse llevar,
meterse en el camino
y desandarlo.
Al revés, porque de cabeza
las perspicacias se salen de la boca,
brotan las ocurrencias,
hasta el parco tamborilea,
y no se esperan mensajes. El mensaje
es cada momento. Embate de palabras
hacia unos márgenes sin fin
porque se está en el iris del poema
como en el iris del universo.
Ojo del mundo,
vidente de hoy que vas de cabeza,
qué gran dificultad se te ha dado
y qué gran dificultad te has impuesto.
Con aquel viejo amor por todas las cosas
que es hoy un dar primero en lo más descarnado,
lo más ruin.
Y tu gusto no precisamente por la risa
sino por su parienta, la ironía. Esa impostora,
ya tan madura cuando sobreviene,
mitad creada y mitad encontrada,
tan artera como remisa,
siempre una aproximación
siempre una fuga.
Anémona, luna, pájaros,
sopa, lirios y silencios… palabras que retomas
para la más rabiosa alusión, como si fuera cierto
que tus dones se hubiesen encendido
de la ira más pura y duradera
y tus ideas, por fin, se hubiesen ordenado.
Como si el reproche saliera de tus versos
y no a la inversa.
Morales en la clave de un juego de sílabas
y juicios que habrían recorrido el camino más largo
si no hubiesen salido ya labrados
por el yunque de las cursivas,
los prefijos, los guiones…
Verdades divinas que todavía ambicionas
y que a la menor premura refieres
aunque a solas les sigas meditando
su anatomía de flancos múltiples,
de verdad en fragmentos.
Los ritmos del mundo siguen impresos en tus palabras
pero a tus palabras les ha sido negado cantar.
Embeleso que sale por las tramas del ruido:
que no se diga que en lugar de pensar trinas,
que piensas porque cantas,
o que en lugar de la música propia
y cavilosa del lenguaje
solo hay en tus poemas
un embuste sonoro.
De cabeza hacia las altura
como si nunca hubieses estado en las alturas
y tus palabras no fuesen, una vez más,
de lo que es llamado hoy
un extravío o un acierto.
Como si el extravío nada debiese a los aciertos antiguos
y el acierto no fuese, todavía,
un ir por ti hacia tu más distante.
Un esbozo de fuerza cósmica.
En su forma de ideas y palabras
una brisa celeste.
Alessandra Molina nació en La Habana en 1968. Sus últimos libro de poemas publicados son Otras maneras de lo sin hueso (Leykam Verlag, Graz, 2008) y Algodón del sueño, cuchillo de los zapatos (Rialta Ediciones, Querétaro, México, 2017). Rialta Ediciones ha publicado su Poesía reunida.